viernes, 27 de noviembre de 2009

Una caricia


Te ofrezco este refresco para la vista, tan sutil y delicado.

Cuando lo miro se me abren los orificios de la nariz e inspiro aire en un gesto de desear captar su aroma. Apenas olían, pero su presencia era capaz de prolongar en mí una sonrisa acompañada de chispas juguetonas de felicidad. Si quisiéramos plasmar esta imagen, en cuanto a la ternura que emite, en acciones desde nosotros, podría tener esta forma: aprender a expresar estima, afecto, cariño, ternura, amor , amistad, cordialidad y simpatía a quienes nos rodean. Si fuéramos todo el día con un bouquet como este ofreciéndolo a los que lo mirasen, además de tener que llevar un camión de provisiones cerca nuestro, sería un tanto caro de costear.  Sin embargo, sí que lo podemos hacer desde nuestra actitud con aquellos que muestran un gesto de querernos comunicar. Este conjunto y más de posturas para movernos por el mundo de la comunicación, tiene nombre: asertividad. La asertividad nos transporta al jardín de las caricias. 
                                                 En el análisis transaccional (AT), según Eric Berne, (en su libro Juegos en que participamos) "Caricia" puede emplearse de forma coloquial para definir todo acto que implica reconocimiento de la presencia de otra persona. Por tanto, la caricia puede utilizarse como la unidad fundamental del acto social. Un intercambio de caricias constituye una transacción, que es la unidad básica de todas las relaciones sociales. Por lo tanto, nuestras relaciones, si las llenamos de caricias, pues se pueden practicar, serán mucho más gratificantes y saludables. Cambiaremos muchas caras tristes y otras poco saciables, por sonrisas y aceptación de esa parte que les estamos brindando desde nosotros.                                       Un abrazo. Hasta pronto!





4 comentarios:

  1. Me gusta saber que las teorías de Berne siguen vigentes después de tantos años. A las caricias en los años 80 también las llamamos "Pelusas cálidas". Como hay noche y hay día, también hay carícias por ser (incondicionales) y por hacer (condicionales), ambas son importantes para la vida del ser humano. Lo importante es que sean libres, adecuadas y positivas.
    En la sociedad actual la balanza se inclina más por las caricias por el hacer. Yo invito ha hacer una llamada en favor de FOMENTAR UNA BUENA ECONOMIA DE CARICIAS EN DAR, RECIBIR, DARNOS Y RECHAZAR LAS QUE NO DESEEMOS. EN PONER ENERGÍA EN LAS CARICIAS POR "SER".

    Con cariño. Angela (Psicosalud)

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  2. Gracias por tu comentario, Ángela. Aportas una caricia a este blog.
    Un abrazo.
    Mª Carmen

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  3. Todos necesitamos "caricias". Yo las necesito a diario y también me gusta darlas a la gente que considero que las necesita o que las merece, depende.

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  4. Estoy de acuerdo. En cuanto a "merecer", si profundizamos la frase "Ámame cuando menos me lo merezco, porque es cuando más lo necesito", da lugar a ofrecer siempre caricias. Gracias por dar valor a mis escritos.

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