martes, 7 de octubre de 2014

La oportunidad que genera la crisis


Ya lo decían los orientales, que toda crisis aporta oportunidad. Sé que hay polémica sobre el tema, pero realmente sí que hay 2 caras de la misma moneda. Muchas veces nos recreamos en la excusa justificada de "cómo está el patio" y no arriesgamos, no probamos, no intentamos lo suficiente. 
La cosa va de creencias. Un ejemplo potente era cuando íbamos a partidos de básquet de nuestros hijos con una amiga y ambas llevábamos coche. Para mí era un enredo el encontrar aparcamiento, pues ella iba delante y siempre lo encontraba. Sencillamente, porque decía, y se lo creía, luego lo hacía realidad, que siempre encontraba rápidamente aparcamiento. Jajaja, y doy fe!

Las creencias pueden ser limitantes o potenciadoras. Las primeras son aquellas que nos crean un pequeño círculo a nuestro alrededor y, si salimos de ese espacio, nos vemos perdidos. Las potenciadoras nos permiten experimentar en terreno desconocido. Atrevernos, darnos permiso, ver las cosas como una aventura, cada uno con los distintos niveles de riesgo que ve posibles según sus valores y principios.

Cuando estés dispuesto, dispuesta, a cuestionarte alguna creencia que contrasta con tu avance y te dirige a sufrimiento, parálisis y bajo estado anímico, tal vez estés viendo las cosas con unos cristales opacos, poco alegres y sin ilusión.  Fíjate en cuando tienes esperanza (fe en el futuro) como todo parece que vaya fluyendo, no necesitas que sea rápido ni fácil, los pequeños avances ya te llevan a satisfacción. Esa labor en la que vas con los ojos abiertos y con una visión panorámica, es una apuesta triunfadora. Además disfrutas del camino y no te lleva a estrés. Digo con una mirada abierta a lo que suceda pues, a veces, tenemos lo que deseamos mucho más cerca de lo que imaginamos, sólo que no lo vemos porque no lleva puesta esa oportunidad la indumentaria que estábamos esperando.

Os presento un vídeo que aporta una visión diferente, con aspectos y datos que demuestran que la botella esta medio llena. Se trata de un estudio que, en principio fue realizado para la organización de una empresa y, dado su mensaje, se ha propuesto la vista pública. Habla de nuestro país como líder en turismo y asociado con sol, fiesta, buena calidad de vida... y fútbol, además de un país lleno de talento, que trabaja duro y es líder internacional en sectores y actividades que demuestran nuestra capacidad tecnológica, científica y de innovación.


Tú decides, puede que, al principio, cueste salir del hábito adquirido de lamentarnos y quedarnos en terreno conocido, sin embargo, probar vale la pena, hasta que lo consigas. 

domingo, 5 de octubre de 2014

Estar atentos. La granada


El estar atentos a los mensajes que nos vienen de una u otra forma (la escucha atenta desde el coaching) nos lleva a poder recabar información para luego contrastar y tomar decisiones o bien compartirlo. Si es que el dicho "el saber no ocupa lugar", si no lo trasladamos al espacio físico de libros, se corresponde!!

Estaba en la sala de espera de la consulta del dentista cuando me sorprendió la insistencia de una señora en recomendar a su amiga el uso de las granadas en forma de zumo. La verdad, es que a mí me gustan mucho, pero, le comenté que me da pereza el tener que desgranarlas. Al final del otoño, invierno, suelo colocarlas en la ensalada. Además del efecto óptico tan bonito, aporta un paladar especial al conjunto. Cuando yo era pequeña, me las preparaba mi madre en un tazón con zumo de naranja y azúcar. También lo he hecho yo, algunas veces incluso sin el zumo de naranja, para mis hijos.
Siguiendo la ferviente conversación, la señora resolvió al instante mi rebelión a usar más a menudo las granadas: "las haces en zumo". Vaya! no se me había ocurrido, pensé que se refería a licuarlas, con lo cual la pulpa de los granos haría una masa desagradable (o no) al paladar, pero era tan sencillo como exprimir el zumo de una naranja.

Ya en casa lo probé y me ha encantado el resultado. Eso sí, tal y como ella indicó, para que quede totalmente líquido, se cuela el jugo (yo lo hago directamente poniendo el colador entre el exprimidor y el vaso receptor del jugo).

En cuanto a sus aportaciones minerales y de vitaminas, os copio una parte aquí.

Minerales

Potasio y calcio: el primero es un mineral imprescindible para la transmisión y generación del impulso nervioso y la actividad muscular normal, y evita las rampas a las extremidades. Además, interviene en el equilibrio del agua dentro de y fuera de la célula. Y el calcio es el mineral más abundante del cuerpo. Su función principal es la de ayudar a construir y a mantener huesos y dientes, a la vez que interviene en los procesos de coagulación sanguínea.

Magnesio: se relaciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos y, además, forma parte de los huesos y dientes, mejora la inmunidad y tiene un efecto laxante suave.

Vitaminas

Provitamina A: en forma de betacaroteno (contiene 30 microgramos por 100 gramos de fruta comestible), se trata de un pigmento que el organismo transformará en vitamina A de acuerdo con sus necesidades. Esta vitamina es necesaria para el buen estado de la retina y la piel, entre otros.

Vitamina C: la granada contiene 20 miligramos de vitamina C por 100 gramos de fruta comestible (un valor ligeramente por debajo del de la mandarina). Esta vitamina participa en la formación de colágeno (importante para la piel y las articulaciones), glóbulos rojos, huesos y dientes, favorece la absorción del hierro de los alimentos y previene la actividad negativa de los radicales libres, que envejecen el organismo.

Vitaminas del grupo B: se trata de un grupo de vitaminas imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema nervioso. De este grupo, la granada destaca por el contenido en vitamina B9, o ácido fólico, que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico; así como en niacina, o vitamina B3, que favorece el funcionamiento del sistema digestivo, puesto que actúa en la conversión de los alimentos en energía.

Aportaciones a nuestro organismo

La granada se ha utilizado en medicina tradicional en las curas de regeneración y limpieza interna, así como por los numerosos beneficios que tiene en el tratamiento de varias patologías:
El famoso médico de la antigüedad griega Hipòcrates (460 aC) ya la recetaba para tratar las afecciones del aparato digestivo, curiosamente en la misma línea que la medicina tradicional china, para fortalecer las encías y para aligerar las úlceras bucales, entre otros.
Las gárgaras con zumo de granada ayudan a mejorar la tos seca de cuello y, además, como que hidrata, es eficaz en caso de fiebre, diarreas y cólicos (utilizando sólo los granitos sin las paredes blancas).
Las fibras insolubles de las paredes blancas de la granada se han utilizado tradicionalmente para tratar el estreñimiento. Se utiliza también para eliminar los parásitos intestinales, puesto que contiene alcaloides, que la hacen especialmente efectiva.

Interesante, ¿no?. Si aún quieres indagar más, todavía hay más información.

-->No olvides que los alimentos de temporada son más eficaces en su época. En cada estación, la sabia naturaleza nos provee de aquellas frutas y hortalizas, así como hierbas, más adecuadas para nuestro momento orgánico.

Fuente: http://www.etselquemenges.cat/rebost/la-magrana


viernes, 5 de septiembre de 2014

Tu equipo básico de cosmética, un buen aliado para la salud de tu piel

Hace un par de meses que recibí un pack de cosmética de Tamalys desde la gratitud de una amiga. Tan sólo me solicitó que probara los productos y le diera mi opinión y así lo he hecho y con mucho gusto!
Dicen que la primera impresión es la que vale, en mi caso me muestro abierta a segundas, sin embargo, con Tamalys, ambas han funcionado.


Me encantó la presentación, todos los productos con su caja individual en cartón satinado, los envases protectores del producto, además de atractivos y con un formato manejable, con aplicador para no llevarte, en la cavidad de las uñas, parte de la crema. Los tamaños portátiles, con lo que no tuve que prescindir de ellos o hacer inventos (traspasando parte del contenido en envases más apropiados) en mi maleta de vacaciones estivales, así que también viajaron conmigo.

El contenido
Textura magnífica en todos sus elementos: crema de día, crema de noche, crema limpiadora y suero hidratante.
El aroma a fresas, muy intenso en su crema de día, dado que el componente estrella es TAMALINE®, un extracto derivado de la raíz de la fresa "Mara des Bois", además dispone de un alto contenido de proantocianidinas oligoméricas (OPC), que ayudan a combatir el estrés diario de nuestra piel por la contaminación urbana.

Posología del día a día
Cada mañana, después de lavarme la cara simplemente con agua, inicio con el suero, con poquito basta y enseguida lo embebe la piel. A continuación un par de toques del dosificador de la crema de día. Es todo un placer su textura rica y ligera con el suave aroma a fresas. Para su pronta absorción masajeo por el rostro y cuello, a la vez que mis manos se llevan su propina. Ya tengo la piel lista para afrontar una jornada con o sin maquillaje ya que no deja grasienta la tez, sino que lustrosa, como si estrenaras cutis. Mi cutis es mixto, tal vez para otros tipos de cutis habría que graduar a mayor o menor la cantidad.
Por la noche, esparzo una bolita de la crema limpiadora, masajeo y retiro con agua corriente. Seco con manopla ecológica, con lo que me aseguro de retirar bien todos los restos. La piel queda estupenda, la noto limpia de toda polución, al tiempo que la relaja. A continuación repito como por la mañana, pero poniendo la crema de noche después del suero. Su textura es más gruesa, lo que indica un provechoso trabajo nocturno, para descansar e iniciar una nueva jornada a toda prueba.

Responsabilidad ambiental, animal y ecológica
Los polifenoles de los que se compone su fórmula, además de respetar el medio ambiente aportan propiedades con efecto antioxidante, libres de parabenos y aceites minerales, silicona, PEG, perfumes, colorantes sintéticos, conservantes o sustancias de origen animal. Las materias primas proceden del cultivo biológico controlado y se han producido sin pruebas en animales. Todo un gesto.

Mi opinión
Por todo lo expuesto: presentación, contenido, responsabilidad y confortabilidad de la piel, el producto me ha resultado muy satisfactorio. Mi piel ha estado cuidada y protegida, no ha experimentado el estrés de la temperatura estival ni de los distintos horarios vividos.
En cuanto a adquirir los productos y su precio, podéis consultar en la web, aunque no he sabido hallar el precio, a ver qué tal.

Ya me diréis vuestros resultados!

lunes, 11 de agosto de 2014

Tiroides, el mensaje

Cuando se dispara una alarma en nuestro cuerpo, en este caso de la glándula tiroides, el cuerpo nos está emitiendo un mensaje.

Desde la aportación que nos ofrece la metafísica -más allá del cuerpo físico-, el fluir natural de nuestro cuerpo sufre bloqueos en nuestra unidad sistémica, en los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual. Todo desequilibrio en nuestro bienestar nos indica que algo no va bien, que hemos de trascender cierta actitud, alguna creencia y revisar qué nos está sucediendo, más allá de los impedimentos físicos. Esto es, una vez observado nuestro estado físico, ir a buscar el causante, no quedarnos en el síntoma. Por supuesto que hemos de poner atención a los cuidados físicos (medicamentos, tratamientos, etc,), pero ahí no acaba nuestra misión, ese es el detonante de hacernos caso, de modificar nuestra conducta y el cómo versionamos nuestras situaciones y relaciones. Tal vez necesites cambiar, crecemos, pero no siempre al mismo ritmo que nuestro ser solicita, por lo que utiliza las herramientas a su alcance. Se trata de llamadas de atención. Los indicadores pueden ser cualquier tipo de enfermedad, crisis, depresión. 
Venimos equipados con un sistema de regeneración constante, sin embargo, cuando sostenemos más estrés del que podemos metabolizar, el cuerpo inicia un proceso de alerta, donde las células permutan su función de regeneración por atrincherar y bloquear, como si de una batalla se tratara. 
Detallo, a continuación, el mensaje que emite tu cuerpo, según Lisa Bourbeau, en su libro "Obedece a tu cuerpo. Ámate!"

A nivel físico, los problemas que se relacionan con esta glándula son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo.

El bloqueo emocional
La glándula tiroides une al cuerpo humano con el chakra de la garganta. Este está unido a la energía de la voluntad, la capacidad de tomar decisiones para manifestar nuestras necesidades, es decir, crear nuestra vida según nuestras verdaderas necesidades. Es así como crecemos como individuos. Este chakra está relacionado directamente con el chakra sacro, que se encuentra al nivel de los órganos genitales. Debido a que estos centros de energía están conectados entre sí, todo problema en la zona de uno de ellos significa que existe un problema en la zona del otro.
En el caso de la persona que sufre una hiperactividad de la glándula tiroides (hipertiroidismo), su cuerpo le dice que está demasiado metida en la acción; desea moderar y crear su vida, pero no se lo permite: se cree obligada a crear la de todos sus seres queridos. Esta persona no dedica tiempo a averiguar sus propias necesidades antes de pasar a la acción. A menudo, la persona hiperactiva busca probar algo a alguien o hacer que la amen. Se exige demasiado y les exige demasiado a los demás. Suele tener miedo de no poder actuar lo suficientemente rápido, de tener las manos atadas. Según ella, hay que "actuar rápido". Sus acciones no se basan en la motivación adecuada, ni en sus verdaderas necesidades. También es el tipo de persona que puede decir lo que sea, incluso mentir, para hacer que las cosas se muevan.
En el caso de la persona que sufre por una falta de actividad de la glándula tiroides (hipotiroidismo), su cuerpo le dice que desea pasar a la acción , que no hace las demandas suficientes para obtener lo que quiere en lo más profundo de sí. Está segura de no ser suficientemente rápida para lograr lo que quiere. No está en contacto suficiente con su "yo quiero".
Estas dos palabritas detentan un gran poder creador; ayudan a poner en movimiento lo necesario para manifestar lo que queremos. Además, se dice que este chakra es la entrada a la abundancia.
¿Por qué? Porque al escuchar nuestras verdaderas necesidades honramos a nuestro YO SOY y cuando éste se encuentra verdaderamente en armonía, el ser humano sólo puede vivir en la abundancia en todos los niveles: felicidad, salud, amor, dinero, etc.

El bloqueo mental
Si tu glándula tiroides está demasiado activa, recibes un mensaje importante para que te moderes y dediques un tiempo a averiguar lo que realmente quieres para crear la vida que te gustaría. No creas que debes actuar siempre para ser importante, reconocido o querido. Tampoco creas que todo es urgente. Cuando recuperes tu ritmo natural, de acuerdo con tus verdaderas necesidades, todos los que te rodean se sentirán todavía más complacidos. Como ésta es la glándula del crecimiento, si utilizas tu "yo quiero" sólo según tus necesidades, crecerás mucho más al nivel del alma y te darás cuenta así de lo que viniste a hacer sobre la Tierra.
Si tu glándula tiroides no es lo suficientemente activa, date cuenta de que sólo tú puedes llevarla de nuevo a su estado natural. No te favorece creer que no puedes crear tu vida y que no debes pedir. También ha llegado el momento de que dejes de creer que no tienes derecho a hacer lo que quieres. Aun cuando en tu niñez hayas aprendido a tener miedo a pedir, tu cuerpo te dice que ahora puedes dejar ese miedo atrás. Quizás tengas que realizar un proceso de perdón hacia la persona o personas que pudieron haberte perjudicado en sus acciones o sus gestos, o que te hicieron creer que no podías hacer gran cosa por ti mismo. Date cuenta de que estas personas vinieron a tu vida para mostrarte lo que debías aprender, es decir, sobreponerte al miedo a demostrar tu propia voluntad de crear.

El bloqueo espiritual se centra más en la pregunta ¿qué te impide hacer esta enfermedad? Si te sientas contigo mismo y realizas una lista de impedimentos, tal vez halles más respuestas hacia qué cambiar.

Desde nosotros, nuestra responsabilidad para crear nuestra vida en plena salud y felicidad, consiste en mantener ese equilibrio interno. Se trata de vivir cada día, no dejarlo para mañana. De escucharnos, de empatizar con nosotros y conocer qué es lo que nos aporta bienestar, sin rendijas. 
Una de las técnicas para elevar conciencia, es el coaching, aporta una serie de herramientas con las que construir, como un traje a medida, tu propia actitud y aventura por la vida.

lunes, 17 de marzo de 2014

El apego y la libertad


Apego, dichoso apego.
La cultura europea, en la que he navegado e intento, cada vez más, ampliar mi visión, nos lleva a unos apegos sobre la materia, me refiero no sólo a “el tener”, sino también al poseer, de alguna manera a las personas  que “queremos”. Tal vez, cuando cambiamos al uso de la palabra “amar”, ya no hay tanto apego ni resistencia a la libertad propia y ajena. Amar sin propiedad, sin condiciones: amor incondicional. Amar a tu pareja por ser quién es, no distanciarse por el cómo se comporta, siempre y cuando nosotros mismos sepamos amarnos y poner, para ello, una actitud de respeto, con lo que se inicia ese boomerang. No estoy diciendo permitir hasta recibir lesión de cualquier índole. A veces, agarrados a unos patrones de pensamiento automatizados, no sabemos cambiar ese “chip” y somos nosotros mismos quienes invitamos a según qué situaciones.
Podemos observar en los animales y ellos lo hacen más fácil.


Nuestra relación con los hijos, esa pseudolibertad en la que “es mi hijo” conlleva a unas posturas, a veces de posesión, como si no fueran seres interdependientes, sino dependientes. En cierto aspecto una de las tareas de los padres, es protegerlos, pero no borrar su propio formato o esencia, moldearlos, no castrarlos, de manera que los hagamos dependientes de cualquier forma de expresión.  
Una forma de medir nuestra propia libertad, de aquello en lo que nos damos permiso a realizar, desde nuestro pensamiento, palabra y luego acción, es reflexionar y utilizar las neuronas espejo de aquello que permitimos o no permitimos a otros. Y, con otros, me refiero a cualquier ser de nuestro entorno, con mayor graduación con los que forman parte de nuestro círculo de influencia. Tanto cercanos como viviendo a kilómetros, pues ya sabemos que cada vez más, las distancias son virtuales. De ahí que surja la frase “la confianza da asco”, a veces, al confundir este linde de libertad, pretendemos imponer, muchas veces inconscientes de lo que estamos proyectando, y perdemos el respeto ajeno.


Cuando el apego es hacia un ser querido que ya no está en “modo terrenal”, duele, escuece, hace que nos distorsionemos internamente y que, de alguna manera, interrumpamos nuestro propósito diario: ser felices y aportar al mundo nuestra entera felicidad. Nos inunda la tristeza, una tristeza que, si bien es natural por ese cambio que nos indica una forma nueva de seguir viviendo, ese salir de nuestra zona conocida y aprender ahora a vivir sin esa presencia física del ser querido, aún nos aturde. De alguna manera, creemos que los necesitamos, que sin ellos no será nada igual. Es cierto lo segundo, sin embargo, en eso consiste el crecimiento y, cuando  somos pequeños y no estamos tan viralizados por condicionamientos, normas y miedos, vemos natural el crecer. Incluso, como así nos lo presentan y, bastantes lo solemos “comprar”, la información que recibimos, desde diferentes inputs es que entramos cada vez más en inteligencia y, por lo tanto, acopio de poder: “ya lo entenderás cuando seas mayor”, “entonces podrás opinar”,… y esas frases que traducimos a “me verán más”, “aún no me puedo mostrar como soy”,” voy a ver cómo me lo monto para ser importante hacia los otros”. Qué lástima, qué manera inconsciente de condicionar y, luego, condicionarnos nosotros mismos. O bien buscando la aprobación, el reconocimiento, el equilibrio entre lo justo y lo injusto, el qué dirán, el bailar con las quejas que vemos anunciar por otros y que ni siquiera estaban en nuestro campo visual. Nuevamente, todo nos lleva a la mayor razón del Ser, sentirnos amados. Ahora ya podemos ver la mejor versión de nosotros mismos: ser no es fingir ni justificar, sino amar sin traspasar el respeto propio y ajeno bajo la libertad de aceptarnos sin confundir con el libertinaje. Elegir, desde nuestra dignidad, a cada paso, nuestro comportamiento y actitud ante la vida. Remodelarnos según nuestros valores e ir cuestionando nuestras creencias limitadoras.
Si nos proponemos escucharnos, desde un diálogo interior totalmente libre de quejas y críticas, de manera que podamos tocar con nuestra esencia, nuestro máximo amor, eso es lo que ofreceremos externamente. Los apegos serán cada vez menos transgresores, más humildes y manejaremos una mayor capacidad de flexibilidad en la que nuestra experiencia se nutrirá de mucho más de lo que pudiéramos imaginar. Nada es totalmente tangible, todo pasa por nuestras reglas internas, todo es interpretado según las normas de nuestra vida, nuestros modelos mentales: valores y creencias. De ahí que cuando dialogamos con otras personas, podamos nutrirnos más, observando cómo para ellos la realidad no es igual a la nuestra. Por lo tanto, aquello que creemos tan sólido: “tener la razón”, ya no es tan importante ni frustrante. He ahí nuestra evolución, eso que recibimos y damos amplía nuestra experiencia, muchas veces, aun así,  hemos de “catar” por nuestra parte, eso que llamamos equivocarnos, tenemos el derecho a probar, a pesar de las experiencias vividas por otras personas. Otras veces, desde la empatía, ya tenemos suficiente.
Después de todo, la cultura es la traslación del saber ofrecido por muchos otros, con los que estamos en mayor o menor medida de acuerdo.


Retomando los pulmones del apego, ese constructo diario, y esa libertad última de saber vivir con uno mismo y ofrecer, sin esperar a que te ofrezcan, ni tampoco imponer, es uno de los caminos más dulces de llegar a un autoconocimiento placentero. Ya sabemos los valores intrínsecos al ser humano: el amor y la libertad. Por ellos se han generado milagros y matanzas, también por el poder. Damos vueltas y vueltas a lo largo de las generaciones con estos tres motivos por los que continuar sembrando y, de alguna manera, lo que decimos “luchando” por pertenecer a un mayor o menor grupo. Por ser visibles, importantes.
El amor lleva a la felicidad, si desatamos las barreras del amor, respiraremos y exhalaremos felicidad y amor. Esas barreras que aún sentimos de los seres queridos que ya no están en forma física las podemos transmutar con una sonrisa interior, de manera que, aunque ya no cohabiten en un mismo plano, notamos su presencia, entran en nuestros sueños, siguen ahí vivos en nuestra mente y corazón, son parte de nuestra alma, pero ahora ya sin los sufrimientos que acompañan a nuestra parte más material, nuestro necesario ego para poder tener ese acompañante del alma, nuestro cuerpo.

Doy gracias a todos los seres queridos que ya han partido y han volcado su amor en mis células, que, de la mejor manera que han sabido han compartido su bondad y templanza, su calor humano, sus vivencias.  El resto de momentos menos luminosos desde ellos mismos y así traducidos por mí, muchas veces sus miedos reflejados en palabras y actitudes, son diluidos.  Esa pequeña falta de luz, cuando estaban en esta vida es la que, desaparece en su recuerdo. De tener algo pendiente, siempre estamos a tiempo de hablar alma con alma, un nuevo diálogo interior y dejar en paz nuestro momento, pues ellos ya lo están. 

martes, 11 de marzo de 2014

Primavera potente


Se acerca la primavera. Sabemos que eso comporta un desgaste corporal y emocional, nosotros somos parte de la naturaleza y también recibimos y damos. Es una nueva estación, un momento nuevo en nuestro viaje.
En sí, cualquier renacer, es una forma de dejar atrás cosas que trascienden, que se transforman. Dar paso a lo nuevo dejando ir lo viejo: transmutar, dejar morir aquello sin poner más apego…

Uno de los síntomas, cuando nos resistimos a cada cambio de estación, sobre todo primavera y otoño, puede ser la depresión. Es una forma de rendirse a la ansiedad, al estrés, al agobio, al ahogarte a veces. Coge aire…
No siempre entendemos desde lo pragmático, cognitivo, lo racional, qué nos está pasando. Nos ayuda mucho renovar el aire de nuestros pulmones y dejar en manos de nuestros otros centros de consulta (la inteligencia física, la social, la intuitiva, la espiritual) el momento conflictivo o tal vez menos agradable. Dejar pasar el momento sin empecinarnos en entenderlo todo, etiquetarlo o remover.

A veces nos quedamos sin argumentos cuando traspasamos la barrera de buscar excusas fuera a lo que nos sucede o sentimos. Cuando ya estamos en ese nivel, podemos comenzar a soltar y no culpar o exculpar a nada ni a nadie, ni tan siquiera a las circunstancias, que están ahí para darnos una visión más amplia no experimentada o tal vez experimentada sin tantos recursos como los que ya atesoramos.

Soltar no es más que permitir nuestro avance sin tanto lastre ni aquello que, en momentos trascendentales, tildamos de tonterías, pues hemos malgastado nuestro tiempo de felicidad y amor en otras inversiones menos fructíferas.
No hay nada como la información, estamos en la era del conocimiento, por lo que, apelando a nuestra responsabilidad, vamos a ser nuestros propios sastres, si así lo queremos.  Como la información y el conocimiento dan poder, a continuación desarrollo la sintomatología a distintos niveles de lo que es una depresión, según Lisa Bourbeau, en su libroObedece a tu cuerpo”
Tal vez así no permitamos bajar a esa dolorosa estación, siendo sabedores y conscientes. Al tiempo que detectarlo en alguien amado cercano.



Síntomas físicos
Los principales síntomas de la depresión son la pérdida de interés y de placer en las actividades habituales, un sentimiento de desesperación o de abatimiento asociado a la fatiga o a una disminución de energía, menor capacidad de concentración, indiferencia, desinterés, desánimo, repliegue sobre sí mismo y rumiación mental. Por lo general, el individuo que la padece no quiere pedir ayuda; prefiere que los demás sean quienes cambien. Duerme mal, incluso con la ayuda de somníferos. Habla poco y tiene tendencia a huir del mundo. Con frecuencia se confunde la depresión con el agotamiento.



Síntomas emocionales
La depresión es el medio que una persona utiliza para no sentir presión, sobre todo afectiva. No puede más; ha llegado a su límite. La persona con tendencias depresivas tiene conflictos pendientes de resolver con su progenitor del género contrario. Esto explica que muy a menudo ataque a su cónyuge, en quien establece la transferencia. Lo que esta persona hace sentir a su pareja es lo que hubiera querido hacerle a su padre o a su madre, pero se contuvo. Al rechazar ayuda, la persona depresiva continúa alimentando su rencor o su ira hacia ese padre o esa madre, y se hunde en su dolor. La gravedad del estado depresivo refleja la intensidad con la que se vivió la herida siendo niño. Las heridas pueden ser las siguientes: rechazo, abandono, humillación, traición o injusticia.
Para ocasionar un desequilibrio mental tan grande como la depresión y la psicosis maniacodepresiva, el dolor tuvo que ser vivido en aislamiento. Esta persona no tuvo con quien hablar en su infancia, alguien que escuchara sus preguntas y sus angustias. Tampoco aprendió a confiar en los  demás, bloqueó sus deseos y se replegó finalmente sobre sí misma, mientras aumentaba su sentimiento de rencor o de ira.



Síntomas mentales
En general, la persona depresiva no quiere ayudarse ni pedir ayuda, por lo que quienes la rodean son los que intentan resolver su problema. Si eres uno de ellos, te sugiero que seas muy firme con ella y le digas que nadie en el mundo puede sacarla adelante de manera definitiva, excepto ella misma. Lo más importante es que acepte que su estado depresivo le ocasionó el gran dolor que sufrió su SER en la infancia. Rechaza lo que ES. La herida más común es el  rechazo o el  miedo a ser rechazada. Esta persona debe admitir  que aun cuando haya sido rechazada en la  niñez, ello no quiere decir necesariamente  que su padre o su madre no la quisieran. El padre que rechaza a su hijo seguramente fue rechazado cuando era niño y todavía se rechaza a sí mismo. Sentir compasión por ese padre y perdonarlo es el inicio del camino hacia la cura.  Después, la etapa más importante es perdonarse a sí mismo por haber querido tanto a ese padre. A continuación, lo único que resta es expresarle a ese padre lo que sintió sin ninguna acusación de por medio. Es muy humano albergar rencor o ira cuando se es niño y se sufre intensamente el aislamiento. Por otro lado, sugiero que esta persona tome la decisión de reconocer su propio valor. Si le resulta difícil, puede pedir a quienes le conocen bien que le digan lo que ven en ella. Por otro lado, si la persona depresiva tiene ideas suicidas, sucede que alguna cosa en ella quiere morir para poder dejar lugar a lo nuevo. Confunde la parte de ella que quiere morir con ella misma.



Ya sabemos que cada caso es único, los distintos síntomas extrapolados a cada persona pueden variar. Sin embargo, es una valiosa información para, sin tomarla al pie de la letra, tenerla en cuenta.

Ya tienes el material, relaciónate. Recuerda que la felicidad crece cuando la compartes y la tristeza y miedo menguan, incluso se diluyen al compartirlos. No olvides escoger la o las personas en quien confiar tu momento, es importante, ha de ser buen afín a tus valores, respetuoso y saber escuchar sin imponer su criterio, tan sólo esa mirada atenta y empatía sana. El arte de construir amistad, nacido del amor.

Si tienes alguna duda, estoy encantada de exponerte mi criterio. Puedes dejar aquí tu comentario. 
Gracias por tu tiempo.

martes, 4 de febrero de 2014

Permiso para soñar

¿Forma parte de tu sueño?

Qué sería de esa magia que provoca la ilusión en todas nuestras células si no nos diéramos permiso a atravesar esa barrera de la “no seguridad”…
Hay etapas en nuestra vida en las que nos permitimos negarnos un poquito, o muchito, de nuestros sueños postergándolos en pro de esas prioridades que, para nosotros y en ese momento, son reales (carrera, crear una familia, hijos, trabajar en lo que sea para nuestra independencia). Sin embargo el prolongar esta situación, parece que forme un otoño en nuestra vitalidad, como que ahora que todo está, más o menos, tranquilo en mi vida, ¿dónde voy yo a realizar mis sueños? Podemos ponernos todo tipo de excusas (repito, reales para ti): edad, momento económico, una aventura sin garantías, molestar a la familia con mi cambio, atravesar esa barrera del “equipo en contra” (¿hombre, mujer, estás seguro de lo que dices? ¿No crees que tú mismo – misma te estás complicando? “virgencita, virgencita,…” ¡Ahora que la situación laboral y la emprendeduría están tan complicados!)
De repente, tal vez sin tan siquiera comentar tu sueño a tu entorno (familia, amistades), tu propia mente ya lo rechaza, crea un diálogo interno arrancando nuevamente esa sonrisa hacia la posibilidad aún sostenida pero postergada durante años. “¿Cómo se me ocurre tan siquiera crear una burbuja de posibilidad en mi pensamiento? Las cosas están como están y no voy yo a arriesgar esta limitada confortabilidad”. Y digo limitada porque tampoco es para “tocar campanas” ni andar sobrad@. Sencillamente subsistir, conformarme y, por supuesto, agradecer lo que tengo.
¿Y si agradeces, ya mismo, tener la suficiente confianza en ti y en la vida como para dar un voto de confianza a que el deseo sea posible, un deseo concedido que sólo lo alejan tus miedos y situación?
No tenemos todas las respuestas, aunque a veces estén a nuestro lado, pero la ceguera que provocan las emociones miedo y rabia no nos hacen fácil la tarea de ver más allá de lo que “la mayoría” juzgaría como riesgo innecesario. Bajamos tanto y tanto el listón, que apenas nos atrevemos a caminar una corta distancia fuera de lo que consideramos seguro, de lo que consideramos sensato, de lo que podemos contar a otros sin el pitorreo adulto de la crítica.
Hazte esta pregunta: ¿pueden/deben vivir otros la vida por mí? El riesgo siempre es tuyo, pero también el éxito y la felicidad. Te recuerdo que eres el dueño o la dueña de tu vida, que con tu energía aportas al mundo, que eres responsable de tus pensamientos, palabras y acciones. Flaco confort disfrazado de prudencia cuando termines tu camino y te pidas cuentas a ti mismo, pues quedan inválidas pedírselas a otra persona, entorno, situación o país.
Te invito a que visualices cómo te sentirías con tu objetivo realizado, tu sueño hecho realidad. ¿Perjudicarías a alguien o dignificarías tu vida? ¿Crees que has venido al mundo a sufrir o a aportar tu talento y disfrutar? Cuando atraes a tu pensamiento el “qué”, el “cómo” se abre camino, todo fluye, estás creando. Los obstáculos son parte de la aventura, de esos bajones que a veces nos vienen desde la duda, y del peaje de desapegarnos de una forma antigua de pensar heredada por las normas y limitaciones de otros.


Tienes un lienzo en blanco (tu vida que la creas a cada momento), un lápiz (tus pensamientos), colores (tu imaginación), movimiento (tu ilusión). El lienzo admite olor, tacto, sensaciones, música y la emoción que garantiza el éxito: alegría. ¿Dispones de todo el material? ¡Pues adelante! Diseña, anota, haz tu listado, crea tu propio póster y, por el camino hacia tu meta irás recreando el paisaje. Un paisaje siempre sereno, pleno y con anécdotas. Verás que el entorno se fija en ti, te ven con paso ligero, sabiendo tú hacia dónde vas, teniendo la confianza que, de la misma manera que ya has conseguido aquello en lo que te has puesto en cuerpo y alma, ahora tienes todo lo necesario para que se realice nuevamente. Tan sólo has de sostener ese sentir, vibrarlo a diario, como si fuera tu sombra, algo que te nutre, pero no ciega, todo lo contrario, te llena de luz y alcanzas esa claridad que te ayuda a discernir de lo que te aleja, que te lleva con tenacidad directo a la meta. Una meta medida y visualizada, pues después de esta viene otra, tal vez de distinta intensidad, sin embargo esa es la aventura de la vida: hacer caso a esa vocecilla interior que se disfraza de niño inquieto por aprender, por fin, sin castraciones desde los miedos de otros.
En el penúltimo párrafo del artículo de Steve Jobs, comento un cuento que te lleva a la responsabilidad de una bonita esquela, a la medida de tus valores, una vida digna por haber estado presente en ella, no condicionado por las indicaciones de otros. Es tu tarea elegir, tras conocerte, qué te acerca o te aleja de tu bienestar. Sólo tú tienes tu verdad, cada uno la suya, bajo el respeto propio y ajeno. Verás que, hasta en el documento nacional de identidad, como en su nombre indica, tienes identidad propia, sólo hace falta que tú también te la otorgues!!!
Ponte en marcha o continúa con la marcha que has iniciado. Si es necesario, la rediseñas y adaptas a lo que vayas descubriendo de ti mismo o misma, mientras estés a tu lado será auténtica. Recuerda que la vida sí lo está y es una muy buena compañía.

Post motivado tras la sesión de Coaching grupal: "Coaching & Drinks", desde la situación de una de las asistentes asiduas desde que se inició, con un elevado nivel de crecimiento personal. Muy agradecida por su apuesta y la del resto de compañeras y compañeros e inversión en calidad de vida. GRACIAS.



Puedes comentar tus dudas, tal vez disuelvas las de otros que aún no se habían planteado. Gracias por tu tiempo.

viernes, 17 de enero de 2014

Crecimiento diario

Artículo recuperado de www.tuacierto.com publicado el 01.05.2012

Crecimiento diario

Continuar trabajando en tu crecimiento personal es un reto que alienta la satisfacción diaria de estar presentes en la construcción de nuestra vida. En intervenir para que sea tal como la deseamos.
Stephen Gilligan, hipnoterapeuta Eriksoniano, indica que abandonamos nuestras almas cien veces, no, mil veces cada día. Así, lo que hacemos no es una “cura” sino el comienzo de una tradición: la de mantenerse conectado relacionalmente en cualquier circunstancia.
La relación interna, con nosotros mismos, es lo que nos lleva a poder sentirnos en equilibrio, de una pieza, frente a los muchos momentos en los que nos boicoteamos y remamos en contra de nuestro bienestar. Justamente actuamos y pensamos de esa forma que rechazamos de otros: herencias antiguas que no hemos sanado. Creencias limitantes pendientes de transformar.
Se necesita mucha práctica para continuar alimentando la tradición de un patrocinio propio, de observarnos, conocernos y fortalecernos en nuestras virtudes para, con ello, disolver, hasta que ya no quede rastro, nuestros conflictos internos. Poner el énfasis en todas nuestras fortalezas y brillo, soltar, dejar de anclarnos en aquello que despreciamos y nos duele e incomoda.
Tal vez, en nuestro entrenamiento, requiramos meditar, hablar con algunas personas (sabremos elegirlas), frenar el ausentismo de nosotros mismos y reconstruir una relación auténtica desde nuestra esencia, lejos de temores, rabias, rencores y amenazas hacia nuestra felicidad.
Nos damos cuenta de que nunca podemos dejar de desconectar; de hecho, aprendemos a aceptar que desconectamos de nosotros mismos muchas veces cada día. Son como saltos cuánticos, brincos mentales en los que nos aferramos al piloto automático, hasta que regresamos conscientemente (algo nos “pita”) y reconducimos hacia nuestro bienestar.
Cuántas veces ocupamos nuestro pensamiento, nuestro tiempo que, en esencia, es nuestra vida, en aquello que no nos gusta, en lo que no queremos, en lo que no debería ser, no debiera hacerse… ¿Somos conscientes del mal que nos estamos haciendo? Al principio no, parece que sea normal, habitual, cotidiano. A medida que nos ocupamos responsablemente de nuestro estado anímico (del alma), los tiempos empleados en perdernos van encogiendo. Cada vez tardamos menos en darnos cuenta que no estamos siendo constructivos y retomamos la riendas de nuestro pensamiento, por lo tanto nuestro sentir y actuar.
A medida que aceptamos la realidad de esta situación, podemos fortalecer y suavizar nuestro compromiso de “continuar volviendo siempre” al yo relacional y sus bondades.
Se cuenta que un alumno de Morihei Ueshiba, el fundador del aikido, dijo una vez a su maestro: “Sensei, tú nunca pierdes tu centro”. Ueshiba replicó que él perdía su centro tan a menudo como la persona de al lado, sólo que él retornaba más rápido. Así, a medida que renunciamos a la esperanza de “aferrarnos” a la perfección y estar siempre centrados, nos abrimos a la flexibilidad “como de bambú” del centro móvil al que siempre podemos volver.
La resistencia al cambio no es nada más que el miedo a lo desconocido. Si realmente deseas salir de tu incomodidad, tal vez valores y pases por la báscula del equilibrio si, en verdad, arriesgas tanto en la aventura de probar ese cambio.


jueves, 16 de enero de 2014

Generando el efecto mariposa

Artículo recuperado de www.tuacierto, publicado anteriormente el 2/10/11


Generando el efecto mariposa

Un artículo publicado en la Contra de La Vanguardia al que hice referencia, nos indica la necesidad actual de relacionarnos. Recuperar esos momentos auténticos con los amigos, que bien pueden ser renovados al paso en que nosotros mismos nos renovamos.
A pesar de estar muy interconectados virtualmente: internet, redes sociales, correos electrónicos,... comparto con muchas personas que nuestra energía aumenta cuando estas conexiones son en persona. En la mayoría de los eventos, reuniones, encuentros en los que intervenimos o asistimos, nuestro estado anímico varía cuando nuestra mente se posiciona neutra y con ganas de percibir lo que otros nos aporten y aquello que nosotros podamos aportar.

¿Te suena la frase "vamos a tomar algo"? Seguido va una sonrisa y un permiso a pasar un rato agradable, en una charla más dirigida a profundizar en aquello que no solemos exponer públicamente por las redes sociales, más bien hacia ese compartir abierto y relajante.
Esto es lo que te propongo, que vayamos a tomarnos algo, amenizado de una charla en la que podamos compartir aquellas versiones de nuestra vida que nos parezcan complicadas o que no hayamos digerido o entendido. Tal vez que se nos agobien o empachen.
Este es mi granito de arena para poder empatizar más con nosotros mismos y nuestro entorno, de manera que nuestra vida sea más alegre y la disfrutemos conscientemente. Una forma de compensar aquellos momentos en los que parece todo más oscuro y retorcido de lo que en realidad sucede.
El efecto mariposa que te he mostrado en la foto superior es justamente lo que sucede: un pequeño movimiento nuestro revierte en toda la energía. El sentirte bien es lo que promoverás, desde ti mism@.
¿Vienes a dar tu paso? Apúntate!!

Comentarios: 4

  • JimdoPro
    #1
    tuacierto(domingo, 02 octubre 2011 13:49)
    Nos vemos el miércoles!
  • #2
    Toupeiro(martes, 31 enero 2012 00:25)
    Muy interesante, volveré con más tiempo a visitar este blog, ahora es tarde, el motivo de mi visita es para agradecerte tus palabras en uno de mis blogs.

    Si quiere puedes visitar mi otro blog
    En Humor con
    JimdoPro
    #3
    tuacierto(martes, 31 enero 2012 01:12)
    Gracias, Javier.
    He ojeado un poco tu otro Blog. Como verás ahora estás en la web, más estática. También puedes visitar el Blog: http://splashurl.com/qchnq75 con más movimiento o los otros artículos que voy publicando: http://splashurl.com/nmc4rza Tu presencia será un honor.
    Un cariñoso saludo,
    Mª Carmen
  • #4
    Toupeiro(miércoles, 01 febrero 2012 21:10)
    Sabios consejos

    Saludos

miércoles, 15 de enero de 2014

Diseña tu relación de pareja

Edición del artículo publicado en  www.tuacierto.com, ahora allí anulado


Diseña tu relación de pareja

Foto de internet
Foto de internet
Ese sentimiento de soledad, muchas veces pensamos que lo podríamos compensar hallando pareja. Salimos a la caza y no somos conscientes de realmente qué queremos.
En este caso, para evitar dificultades, propongo realizar un listado de las características que, en teoría, tendría que tener esa otra persona. Así seremos conscientes y nos facilitaremos el reconocerla, lejos de impulsos prácticos y de corto metraje. Es decir, cuando proyectamos en nuestra mente lo que sí queremos, es mucho más fácil hallarlo.
De la misma manera que hacemos con cualquier otro deseo: preparar el planing de un viaje, preparar las maletas, nuestro futuro, elegir el colegio para nuestros hijos, el traje que queremos llevar para cierta ocasión, preparar la colada, planear la comida... En la mayoría de las cuestiones, no nos parece raro el listar lo que queremos.
A continuación os comparto un relato de un ejercicio propuesto a un cliente en una de las sesiones de coaching de su proceso. La realización, por parte del cliente, del ejercicio es privada y goza del secreto profesional.

Antes de realizar el ejercicio, me presenta la siguiente duda:

No se si entiendo bien lo que quieres decir cuando dices: “definir lo que deseas encontrar al otro lado (persona), como espejo para que refleje ese amor que, sin la otra persona queda cojo y falto de emoción.

…Hablan de almas gemelas, de la media naranja…Son esas partes que nos reflejan el sentimiento de “completos”. En sí ya lo somos, pero aquella esencia que nos “encanta, enamora,…” del otro es también nuestra, pero algo impide que surja al exterior. Requerimos de otro para que la revitalice, para sentirnos (valga la redundancia) completos. De ahí que las personas se vayan distanciando: ocurre que ya alcanzamos eso que necesitábamos de nosotros mismos, y seguimos buscando más realización en otra persona, según el crecimiento y momento que atravesamos. Si conseguimos el equilibrio, el respeto, la satisfacción diaria, la pareja entra en nuestros planes, si no es así, nos distanciamos. He ahí la complicidad, la complementación, el aprender de nosotros mismos (aquello que dicen conocerse, tolerarse, aceptarse…saber quién es esa persona cuya imagen aparece cuando nos miramos al espejo). La libertad, eso tan ansiado desde la prehistoria en la humanidad, es uno de los valores que todos apreciamos, seamos conscientes o no. El saberla manejar junto a otra persona, requiere ciertos alicientes que la permitan: compromiso, objetivos alineados, compensación, respeto, vernos y ver al otro como seres en construcción, mantener esa mirada de las riquezas que tiene el otro, asistir a su crecimiento sin perdernos el nuestro. Crear una relación entre 2 personas como un equipo, no como 2 rivales. Tener el coraje de escuchar, de parar el pensamiento y raciocinio, y avanzar hacia esa metacomunicación en la que ese gesto, esa mirada, esa mueca ya hable por nosotros y la recibamos sin pretender excusas, quejas ni lamentos. Una especie de desnudez, un acercamiento desde esa energía que caracteriza a la otra persona, una ternura digna de atravesar y atravesarnos. Sembrar la ilusión, emprender nuevos retos, saltar los obstáculos como alicientes de una vida conjunta en la que cada uno, al levantarse sigue apostando por la maravilla que es estar al lado del otro. Más allá de interpretaciones, de reclamaciones…auténtico. Ser conscientes de que no se trata de un encarcelamiento, que cada uno tiene su espacio, al tiempo que es agradable compartirlo, que puedes contar con el otro, que está ahí. Que la/lo quieres por él mismo, no por lo que podría ser, no por un acuerdo fruto de un desengaño. En esa libertad mencionada, desde un respeto y responsabilidad personal (ni colgarnos en el otro ni llevarlo a cuesta), el aspecto relacional es esencial. Somos seres interdependientes, cada persona requerimos de nuestro espacio, nuestro tiempo a solas, nuestras relaciones con otros (compañeros de trabajo, amigos, clientes, familiares), sin embargo el sentimiento de soledad nace desde uno mismo. A veces sucede que no sabemos estar con nosotros mismos, puede que incluso nos aburramos. Observa la esencia de lo que expone la lectura del libro “Mecanoscrit del segon origen” de Manuel de Pedrolo, la vida, sin nadie con quien compartirla no tiene sentido, es una forma de supervivencia limitada. Tienen medios materiales a su alcance, todo lo que puedan necesitar, sin embargo no lo pueden disfrutar, falta lo esencial. Tuve un primer contacto con ese libro cuando cursaba Bachillerato, luego lo retomé, y volví a saborear, cuando cursaron Bachiller mis hijos (uno y otro) y los profesores continuaban recomendándolo, como lectura obligada.
Cuando uno está bien consigo mismo, la presencia del otro es agradable, tenemos ganas de compartirlo, de revivirlo, de experimentarlo nuevamente con la energía del otro, con sus bendiciones (ben-diciones). Lo mismo sucede cuando tenemos momentos bajos, que, al compartirlos baja la intensidad del malestar. Sin embargo, cuando estamos mal con nosotros mismos, ahí sucede la contrariedad, buscamos un escudo, un alma expiatoria donde volcar nuestra propia decepción. Es como si tuviéramos la necesidad de buscar el fallo en el otro, y suele ser inconsciente. De la misma forma que nos sucede en otras relaciones como las laborales. Esta ceguera hacia nosotros mismos, va revertiendo esa visión que, en un principio teníamos de la otra persona, acabando por encontrar en ellos aquellas partes que reflejan las que de nosotros mismos no aceptamos ni toleramos.
… ese amor que, sin la otra persona queda cojo y falto de emoción. La misma energía que surge en la adolescencia, esos momentos de no saber qué queremos, adónde vamos, indecisiones, miedos, cambios…también sucede en edades que consideramos biológicamente adultas. Siguen los cambios hormonales, se ralentiza la renovación física y, socialmente, nos vemos en la obligación de “dar una imagen adulta, responsable, de valor”, parece como si estuviéramos exigiéndonos más y más, y ahora sin la ventaja que podría ofrecer la excusa de la “inconsciencia juvenil” o de la “inexperiencia”. ¿Quién es nuestro peor enemigo??? Está claro. Nos aislamos en círculos viciosos, vemos oscuridades, medios vasos, ¿qué regenera sí o sí la energía? ¿Qué la destruye? Amor / miedo. El milagro del nacimiento, en sí ya confiere que seamos “amables”: dignos de ser amados. ¿Por qué no comenzar ese acto con uno mismo, en el instante en que lo sabemos? Somos conscientes de que el reconocimiento muchas veces lo buscamos afuera, que venga desde otros. Somos expertos, cada uno en su propio formato, en llamar la atención “ser atendidos”. Entonces, si nos reconocemos, luego, nos podemos atender, no sería iniciar el proceso desde una buena base, en lugar de andar deambulando y buscando, cuando lo tenemos al lado?! Cuando estamos en ese estado de satisfacción, imagina compartirlo con otro ser, sin dependencia, por puro placer, por tener y poder ofrecer.

Es mi deseo os sea provechoso y os conduzca a otra versión de la que ya hayáis aprendido.

Comentarios: 2

  • #1
    PABLO(jueves, 28 junio 2012 02:32)
    Gracias por compartir esta hermosa y profunda reflexión, creo que la vida esuna camino de aprendizaje, y esta etapa de soledad en la que a veces deambulamos los adultos por largos periodos de tiempo, sin tener claro lo que buscamos como queriendo no fallar otra vez,y este miedo nos impide mostrarnos como realmente somos, el error en las relaciones de pareja tiene un peso considerable en nuestra sociedad, como no nos gusta lo que reflejamos, ante nuestra incapacidad para menejar este miedo, preferimos ocultarnos, y esto refuerza nuestra soledad y baja autoestima. el libro que mensionas “Mecanoscrit del segon origen” de Mercè Rodoreda, crees que este editado en Español? gracias y recibe un fuerte abrazo eres muy amable
  • JimdoPro
    #2
    tuacierto(martes, 03 julio 2012 02:03)
    Hola, Pablo!
    Ante todo, te pido disculpas por un error en el nombre del autor, el cual acabo de subsanar. El verdadero autor del libro "Mecanoscrito del Segundo Origen" es Manuel de Pedrolo y sí que está editado en castellano.
    Respecto a la autora Mercè Rodoreda, el libro que podría llevar a un aproximado valor emocional lo imprime en su obra "La Plaza del Diamante", que también fue editada en formato cinematográfico.
    No sé desde qué lugar geográfico me escribes, sin embargo una de las opciones bastante ilimitadas es la que ofrece, para según qué zonas La Casa del Libro desde su web (en google la encuentras!).
    Desde otro aspecto, hice un resumen del libro "Dos Almas Gemelas" (http://www.tuacierto.com/recursos/lecturas/dos-almas-gemelas/), el cual puede "endulzar" bastante otra mirada de un mismo mensaje.
    Muchas gracias por tu lectura, comentario y gratitud expuestas. Es un verdadero placer tal reconocimiento, una bonita forma de valorar y mostrar utilidad a mis artículos.
    Un fuerte abrazo y mis mejores deseos.
    Hasta pronto!