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domingo, 6 de mayo de 2012

La sabiduría que aporta la vejez

Os comparto un escrito, que me ha llegado, por el mensaje que nos da. Lo sabemos intrínsecamente, sin embargo, solemos olvidarnos y vivir bajo otras prioridades en nuestro pensamiento. Nos recuerda que la vida es una experiencia, por tanto, un cúmulo de elecciones diarias. Una de las formas por las que podemos optar es hacerlo con ilusión, esa sonrisa que contagia, y amor-humor. Seguramente que todo lo que tengamos que decidir, con esta fórmula será más fácil y agradable.
Suele llegar esa sabiduría a la vejez, por la cantidad de veces que nos lo hemos recordado, por tantas vivencias propias y ajenas con las que hemos aprendido. Bueno, no estaría mal, usar esa sabiduría sin tener que esperar...




Las mil Canicas…
Cuanto más envejezco, más disfruto de las mañanas del sábado.

Tal vez es la quieta soledad que viene por ser el primero en levantarse o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabajo, de todas maneras, las primeras horas de un sábado son en extremo deliciosas.

Hace unas cuantas semanas, me dirigía hacia mi equipo de radio-aficionado, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra, lo que comenzó como una típica mañana de sábado, se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando, déjenme contarles:

Sintonicé mi equipo de radio en banda de 20 metros, para entrar en una red de intercambio de sábado en la mañana, después de un rato, me topé con un colega que sonaba un tanto mayor, él le estaba diciendo a su interlocutor, algo acerca de "unas mil canicas", quedé intrigado y me detuve para escuchar con atención:

- Bueno, Tomás, -decía- de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo, estoy seguro que te pagan bien, pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar 70 horas a la semana para sobrevivir.

¡Qué triste que te perdieras la presentación teatral de tu hija!, continuó:

- Dejame decirte algo, Tomás, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis prioridades, y entonces fue cuando empezó a explicar su teoría sobre las "mil canicas".

- Mira, me senté un día e hice algo de aritmética, la persona promedio vive unos 75 años, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos 75 años, entonces multipliqué 75 años por 52 semanas por año y obtuve 3.900 que es la cantidad de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.

- No te distraigas y sígueme Tomás, que voy a la parte importante, me tomó hasta que casi tenía 55 años pensar todo esto en detalle, Continuó:

- Y para ese entonces, con mis 55 años, ¡¡ya había vivido más de 2.800 sábados!!, me puse a pensar que si llegaba a los 75, sólo me quedaban 1.000 sábados más que disfrutar.

Así que fui a una juguetería y compré todas las canicas que tenían, tuve que visitar 3 tiendas para obtener 1.000 canicas, las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi equipo de radio aficionado, yo seguía escuchando atentamente:

- Cada sábado, a partir de entonces, tomé una canica y la he tirado, descubrí que al observar como disminuían las bolitas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida, no hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en la vida.

Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos despidamos y lleve a mi bella esposa a desayunar, esta mañana, saqué la última canica de la fuente de cristal y entonces me di cuenta de que si vivo hasta el próximo sábado me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida y si hay algo que todos podemos usar, es un poco más de tiempo, me gustó estar en contacto contigo Tomás, y espero que puedas estar más tiempo con tu familia, hasta pronto, se despide "el hombre de 75 años, cambio y fuera, ¡Buen día!

Uno podría haber oído un alfiler caer al suelo en la banda cuando este amigo se desconectó, creo que nos dio a todos bastante para pensar.

Yo había planeado trabajar en la antena aquella mañana y luego iba a reunirme con unos cuantos radio aficionados para preparar la nueva circular del Club, en vez de aquello, desperté a mi esposa con un beso, "Vamos querida, te quiero llevar con los chicos a desayunar afuera", - ¿Qué pasa? - preguntó ella sorprendida, - Nada; es que no hemos pasado un sábado junto con los chicos en mucho tiempo.

- Por cierto, ¿podemos parar en la juguetería mientras estamos fuera? Necesito comprar algunas canicas.

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde…
A tomar café corriendo porque estamos atrasados…
A comer un sándwich porque no da tiempo para comer a gusto…
A salir del trabajo porque ya es la tarde…
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día…
A esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir"…
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta…
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos…
A sentarnos en la fila 1 del cine y torcer un poco el cuello porque estaba lleno…
A mojarnos sólo los pies y sudar el resto del cuerpo porque la playa está contaminada…
A pensar en el fin de semana porque el trabajo está duro…
A dormir todo el fin de semana porque siempre tenemos sueño atrasado…
¡¡¡ Nos acostumbramos a ahorrar la vida..!!!

Que poco a poco, igual se gasta… y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.
Alguien dijo:
"La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"
Si fuiste capaz de leer hasta acá, es posible que necesites releer alguna frase, no importa si es el principio, y lo mejor es que todavía tienes tiempo,
no importa cuánto, es el que tienes y cada día merece ser vivido sin ahorrar VIDA.
Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes.
ALBERT EINSTEIN

martes, 24 de enero de 2012

COACHING & DRINKS: EL JUEGO DE VIVIR


Este miércoles vuelve Coaching & Drinks.  Como ya sabéis, cuando nos reunimos, siempre surgen nuevos aprendizajes, experiencias y sensaciones. Nos llevamos algo, compartimos algo. Todo surge natural y, parece que esas divertidas cartas tengan ese encanto especial de la oportunidad!
El otro día, conversando con un buen amigo, me indicó que no hallaba el momento de venir, que lo venía posponiendo, sin embargo que le encantaría acercarse un día, a pesar de tener que hacer alguna estrategia en su horario habitual laboral. En sus palabras había ilusión y curiosidad, pero también esa falta de información hacia lo desconocido.
A veces, damos por supuesto temas, enviamos una pequeña información para invitar a experimentar el resto, de una manera libre y sin compromiso. Otras veces, los expresamos, con todo lujo de detalles, pero da pereza leer ;-) Esto me lleva a tomar otra acción (en eso versa el coaching, en dirigirnos hacia la acción!!), expresarlo con imágenes, como si estuvierais allí y ya supierais, al menos, “de qué va el tema”.
Parte delantera de la carta: en pequeño el título del  acuerdo, en grande el de nuestra enseñanza.
Parte trasera de la carta: donde nos expone la explicación  al mensaje que nos ofrece.
Otro amigo, me comentó que, desde mi parte, el dar por supuesto que La Sabiduría Tolteca es algo de lo que todos sabemos, le llevó a la sorpresa, jajaja. El redactado tenía la intención de indicar que el mensaje que da esta sabiduría es aquello cotidiano que todos vivimos y sabemos, pero que vamos perdiendo de vista, pues no lo utilizamos y cae en desuso.  Se trata de un extracto auténtico y experimentado de las reglas básicas del juego de VIVIR!!! Esto dista bastante de lo que se lee conforme a que todo el mundo haya leído el libro o conozca esa materia en cuestión.
Recordatorio: Hay 12 cartas para cada uno de los 4 acuerdos:
  1. Sé impecable con tus palabras
  2. No te tomes nada personalmente
  3. No hagas suposiciones
  4. Haz siempre lo máximo que puedas
Los acuerdos, dicho de otro modo: guiones, creencias semilla, patrones de comportamiento... A tu medida :-))
Son charlas divertidas, amenas, con su toque especial humorístico y mucho respeto y aportación desde todos hacia todos. Llegamos sobre las 11h. de la mañana, nos sentamos, nos presentamos, a quienes no conocen qué es el coaching, les hago un comentario, a su medida, otros que lo conocen, lo reciben desde mi propia vivencia y versión, con mi emoción y pasión. Nos tomamos una bebida para complemento de nuestro bienestar y charlamos.  
Lo que sucede, en cada encuentro, es la interacción de un grupo mayor o menor de personas, en las que se intercambian pequeñas o mayores realidades de cada uno, en forma de comunicación. No es algo “cuadrado” en su forma, es libre y dinámico, es único en su momento. Algunas personas buscan acompañante para venir, otras vienen solas. Hablamos de lo que surge, o iniciamos, tras una breve presentación,  con la elección de 1 ó 2 cartas cada uno, con la curiosidad de cuál será el mensaje que nos traiga. Cada cual la lee en voz alta, o se la leo yo o el compañero de al lado, es su opción, pues es su carta elegida. Ahí comienza el encanto, la persona tiene una reacción a esa carta, esa se traduce en una emoción cosida a su comentario y de ahí surge el compartir y aportar desde el resto, aquellos que sienten que algo desean decir.  Ah! Se me olvidaba! También nos acompaña una exquisita música de fondo, cortesía del bonito local.
Así de sencillo es el coloquio. Desde luego el tiempo sucede en forma de ciclón, no nos enteramos y ya ha pasado la hora y media de encuentro. Nos vamos despidiendo y todos nos llevamos esa sonrisa y ese refuerzo auténtico, pues hemos recibido y aportado. Algo sin esfuerzo y sí con “pilas” para varios días.
Para disolver tus dudas, lo podemos hacer en persona, o sea, te vienes! O mediante la publicación de un comentario. Tú decides!
Hasta mañana, confirmado por mi parte! J)

martes, 17 de enero de 2012

CREANDO TU PROPIO PATCHWORK DE VIDA


Foto de www.wentalma
 Recojo la metáfora horticultora del libro de Louise L. Hay: ¡VIVIR! Reflexiones sobre nuestro viaje por la vida
Verás, tus pensamientos son como las semillas que plantas en tu jardín. Tus creencias son como la tie­rra en la que siembras esas semillas. La tierra fértil y nutri­tiva produce plantas fuertes y sanas. Pero hasta a las semi­llas buenas les cuesta crecer en tierra empobrecida, llena de malas hierbas y piedras.
Si queremos que nuestras nuevas y positivas afirmaciones, es decir, los pensamientos que tene­mos y las palabras que decimos, se conviertan en realidad tan pronto como sea posible, entonces haremos el esfuerzo extra de preparar nuestra mente para que esté receptiva a estas nuevas ideas. Podemos hacer listas de todas las cosas que creemos (por ejemplo, «Qué creo del trabajo, la pros­peridad, las relaciones, la salud», etc.), y luego examinar esas creencias para detectar lo que hay en ellas de negativo. Puedes preguntarte: «¿Deseo continuar basando mi vida en estos conceptos limitadores?». Entonces cava más hondo para eliminar las viejas ideas que jamás van a apoyar tu nueva vida.
Cuando hayas eliminado tantas creencias negativas como puedas, añade una gran dosis de amor y trabajo en esa tierra de cultivo de tu mente. Así, al plantar nuevas afir­maciones en ella, van a brotar y crecer con sorprendente rapidez. Y tu vida mejorará con tanta velocidad que te maravillará lo que suceda. Verás, siempre vale la pena hacer ese esfuerzo extra para preparar la tierra, ya sea de tu jar­dín o de tu mente.”
Realmente, tal y como todos conocemos el dicho de Albert Einstein: ““Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, es precisamente lo que sucede. Hacemos nuevos planes, comenzamos con ilusión, o algo parecido, con grandes esfuerzos para ser fieles. Hay cosas que ya hemos experimentado que tienen pronta caducidad: ir al gimnasio, caminar, llevar un ritmo saludable en la alimentación, asistir a cursos y conferencias, etc. algunos nos llevan hacia la retroalimentación, es decir, nos apoyan hacia potenciar la ilusión suficiente como para sostener nuestro proyecto. Otras, sin embargo, parecen pequeños castigos, en lugar de gozar de nuestro tiempo.
Blog actitudpositiva10

Recuerdo la anécdota en un proceso de coaching con un niño de 8 años, al que no le gustaba ir al colegio, por lo que su comportamiento, tanto en el cole como en casa era guerrillero. Lógicamente estaba prestando la mayor parte de su día a algo que se lo contaba como un rollo!, cómo no iba a estar todo el día provocando malestares y tormentas hogareñas? Lo que le estaba apartando de disfrutar del momento de cole, en las clases, conociendo a nuevos amigos, compartiendo, aprendiendo cosas nuevas y creciendo, era el cómo se lo contaba, su planteamiento tan distinto al cómo se contaba aquello que le encantaba: el fútbol y los juegos de mesa. También el recibir regalos. Esas eran sus mayores ilusiones todo el día, por lo que, para sus padres andaba la lucha de “merecimiento: premio-castigo”. Digo lucha, porque así parecía la mayor parte de la convivencia, en plan chantajes: “si te portas bien…” sin embargo, portarse bien, tal y como lo entendían sus padres era andar todo el día fingiendo y en contra de sus gustos.
Cuando le propuse que se pusiera en la piel de una niña jugando con muñecas, luciendo peinados, en el de su padre en la empresa (ejecutivo de grandes cuentas), su madre en su profesión (era peluquera), en la de su tío (maestro de escuela) y de su tía (médico de familia), algo pareció asomar en forma de sonrisa y entendimiento! Tal vez había esperanzas de que realmente no fuera tan horrible lo de ir a cole! Ahí nació una nueva opción para el pequeño, cada día experimentaba, fuera de sus conclusiones iniciales que le llevaron a pensar que aquello era un rollo, a poder saborear y disfrutar. El vuelco fue tan espectacular que parecía otro!
Y es que el coaching en los niños es así de fantástico, ellos todavía no están resabiados y se atreven a jugar en la vida, no a pensar que algo no sea posible.
Foto de Big_sandwich
Volviendo a ti. Qué tal si, a modo de patchwork, reúnes varios ingredientes que se digan contigo, e inicias, nuevamente un bonito proyecto, con cariño y flexibilidad. Paso a paso, lo vas revisando y pincelando aquello que mejor te funcione. Piensa que cualquier pequeño cambio te llevará a llenarte de energía e ilusión, lo que te motivará para continuar diseñando a medida que avanzas hacia tus objetivos, deseos, sueños o anhelos. Vale la pena no ser muy exigentes, puesto que a veces sucede que aquello que habíamos planteado en un principio no surge tal cual, sino que otra cosa. Si sales de la negación de no ser exactamente lo que te habías propuesto, tal vez veas que lo que has conseguido está aún mejor!
Expón tus aventuras, si te apetece y las comentamos o aportas a otros! Gracias!