viernes, 6 de noviembre de 2009

Alegría en el otoño


El otoño, tiende a llenarnos de una cierta nostalgia, una puesta en escena de adaptación de nuestro cuerpo a una abalancha de lluvias, viento, frio, calor...Todo lo que nos rodea es un tiempo cambiante, con el que nuestra rutina de armario y alimentación se ve necesariamente modificada. Es el tiempo de la risa en cuanto a la vestimenta que cada uno elige cuando sale a la calle, tanto por los colores como por el grosor y las capas de cebolla que nos pongamos. Podemos ver los que se resisten a las mangas, junto a los que ya llevan incluso abrigo. Todo esto, lógicamente afecta a nuestro estado de humor, nos lleva a cambios susceptibles por la situación meteorológica. Todas las células de nuestro cuerpo están, a su vez trabajando para adaptarse, cambiando sus armarios,..., llevan un sobreesfuerzo, por lo que no pueden estar también alerta de protegernos ni de nuestro estado de ánimo ni de posibles virus. O les ayudamos con una buena alimentación, higiene saludable y una armonía en nuestro ejercicio diario, o vamos a tener bajas en nuestro ejército celular. Ocurre que las células, tienen, a modo de interruptor, 2 posiciones, la de "on" que sería reproducirse (nuestro crecimiento y regeneración) y la de "off" que sería la de reparación (se ocupan de levantar muros -el tejido de cerrar una herida,...- y hospitales para ayudar en nuestras pérdidas de salud). Con cada golpe, herida, disgusto, horas de sueño perdidas, ingestas bruscas o insuficientes,...cada acción nuestra se refleja en "trabajo extra" para ellas, por lo que, ya que formamos un equipo del que no podemos prescindir, pues somo eso: un conjunto de energía materializada en células, va a ser que nos pongamos las pilas de ser más conscientes de colaborar en nuestro propio cuerpo y mente. Sí, la mente genera esos estados de ánimo y pensamientos que se revierten directamente en energía. Esa es una parte muy importante de la alimentación celular, por lo que si pensamos en positivo, en solucionar, en mantener un equilibrio, estaremos ayudándonos de manera constante, con lo que gozaremos de salud y felicidad. Si te pones los prismáticos hacia adentro, podrás ver tus células construyendo y generando reservas con un lindo aspecto, felices, enérgicas, o podrás ver unas tristes y ancianas células arrastrándose con su último aliento!!!
Coge aire, muévete, disfruta y comparte buen humor, esto creará un reflejo hacia todo tu interior.
Ya sabemos que nuestro estado de ánimo (alma) es muy susceptible a cambios, cuestión lógica por lo anteriormente expuesto, ya que forma parte de nuestro todo -cuerpo, mente, emoción, espíritu-. El conseguir un equilibrio en nuestra unidad sistémica, nos garantiza el máximo bienestar, pero hay que ser constante, no podemos estar un día ejerciendo para estar maravillosos y al día siguiente revolcarnos por todo cuanto hemos construido y vivido. Imagínate un lienzo en el que vas pincelando formas y colores suaves, brillantes, armónicos,..., y que al día siguiente, coges una brocha o rodillo y lo inundas de barro y grava. Aunque parezca exagerado, y lo es!, no dista tanto de la realidad en nuestro comportamiento, el tender hacia un equilibrio y una armonía revertirá directamente en nosotros, y eso que sembremos recogeremos. Sí que muchas veces, tras un tiempo de estrés vemos que nuestro cuerpo va aguantando, pero si te fijas, en ello se trasparenta el envejecimiento prematuro, nuestro aspecto opaco, sin embargo, si continúas sin hacerte caso, llegas a la enfermedad, que es quien viene en tu ayuda para que, sí o sí te vuelvas a cuidar y ayudes a reparar tu cuerpo.
Visto desde otro punto, el otoño lo podemos comparar a la adolescencia, una época de cambios en la que muchas veces nos sorprenderá nuestro estado de ánimo tan dispar. Es un sobreesfuerzo, como lo es todo cambio en el que habrán días en los que nos sentiremos más abiertos a proyectos, a esfuerzos, a salir, compartir,...frente a otros en los que nos esconderíamos en casa y haríamos los mínimos esfuerzos con el deseo que no se nos acerque nadie (servicios mínimos). Cuando te encuentres en el bajón, la fórmula más eficaz para crear energía que te vuelva a levantar, son el humor y el amor. Mímate, mira una película de risa, ponte música, llama a aquella amig@ que siempre tiene una sonrisa y un trato feliz que mostrarte, comparte tiempo con tu mascota, vuelca tus pensamientos en un diario (aunque sea un folio), pinta una mandala,...se trata de ejercer cualquier acción creativa que invite a tus pensamientos a salir de donde están o a vaciar su peso (cuando escribes como te sientes). El pasear es siempre energizante, renuevas el aire que circula por tu interior.

Bueno, te dejo un sinfín de recetas, ahora culinarias, para tus "momentos creativos en la cocina", donde siempre puedes poner una pizca de tu ingenio y personalizar platos al paladar de los tuyos o del tuyo propio.
Hasta luego!

No hay comentarios:

Publicar un comentario