jueves, 19 de noviembre de 2009

Quinto paso del Primer acuerdo



Abandona la culpa y la autocrítica
Siendo impecable, asumes la responsabilidad de tus acciones, pero no te juzgues ni te culpes por todo.
El término impecable, ser refiere a sin pecado, sin mancha, por lo tanto también es personal.
Como ya he comentado en artículos anteriores, la palabra culpa, si la sustituimos por la palabra responsable, suelta todas las connotaciones en sí negativas, heredadas de la religión. Parece que vamos arrastrando un sistema de creencias basado en la culpa, por lo que tenemos muy entrenado el llegar a sentirnos culpables, a veces casi hasta por respirar!
Si votas por censurar la palabra, quitarle protagonismo, comenzará a desintegrarse, ¿cómo? haciéndote responsable de tus actos. La reserva, el saco, la acumulación, el peso de más, ponle tú mismo lo que corresponda a lo que sientes... que tienes, sin duda te quiebra tu paso, te enturbia tu visión de las cosas, te merma en tu crecimiento, te obstaculiza. Piensa que muchas de las culpas que llevas sosteniendo o no lo han sido nunca, tan sólo lo has interpretado tú así, o ya han cadudado. No obstante, si ves alguna latente, enmienda, resarce, discúlpate...Comienza una hoja en blanco limpia de malestares y sé consciente de no tropezar, si sucede, actúa en regenerar tu hoja, verás que ligero y feliz te sientes.
En cuanto a juzgarte, ya sabemos que somos nuestro peor enemigo, cuando nos ponemos creativos en ello! Por lo tanto, da tus primeros pasos hacia la tolerancia, hacia ensalzar tus cualidades y buenas acciones: revísalas, seguro que muchas te pasan por desapercibido. Entonces, te volverás más flexible y comenzarás a darte más permiso. Sácate el mazo y tórnalo en flor, practica no ser tan duro contigo mismo. Te recuerdo que cualquier cambio interior que hagas se exterioriza aumentado, por lo tanto, no hace falta que te exijas, hazlo poco a poco, paso a paso, acepta tu velocidad. Fíjate en el crecimiento de las plantas, es natural, ellas no pretenden de un día para otro sacar sus flores...Sin embargo les salen, crecen, embellecen con su presencia, nos llenan de armonía. Te invito a que hagas una prueba y verás los resultados. ¿Sabías que el sonreir y sentirse feliz rejuvenece? Pues prepárate para una cura de belleza y rejuvenecimiento, que tienes todos los puntos!
No vemos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario