lunes, 26 de octubre de 2009

Te quiero

Te quiero, te amo...El canto del Loco!.
¿Qué es locura? ¿Quién determina la locura? ¿Qué está bien y qué está mal?
Siempre nos guiamos por unos referentes, por unas "normas", por unas estadísticas que guían hacia el acierto conforme nos aproximemos, o se aproxime aquello que estamos tratando de encasillar, hacia la gran mayoría. Sin embargo, somos muy conscientes de que no siempre nos sentimos entre esos baremos, entre esas estadísticas, sin que ello suponga que nos alejemos de lo que podamos aceptar de nosotros mismos, o que no debiera desvalorizarnos. Si andáramos por esos lares, todos los exitosos (famosos en el terreno que sea y al nivel que sea), en el terreno que sea, no lo serían, pues seguirían formando parte de esas cifras generales, que aseguran estar dentro de la zona de lo "normal". Cierto es que, el distanciarse de las normas y de lo "normal", crea una especie de miedo-soledad, una clase de salto hacia lo desconocido, hacia lo no experimentado (al menos por nosotros y en nuestras carnes), un impulso no cuantificado por la no experiencia, aquella que, cuando la poseemos nos da una cierta seguridad (sólo en lo externo, pues siempre las situaciones están cambiando...lo que ayer funcionaba, nos funcionaba, hoy ha variado, ya no es lo mismo, nada lo asegura...)
¿Quién marca ese "normal"? ¿La cultura? ¿La religión? ¿La situación geográfica? ¿La climatología? Sin duda todos los factores influyen, el entorno es algo que respiramos y forma parte de nosotros, no podemos ser hermitaños en forma humana, pues somos seres sociales, necesitaríamos desaprender tanto que sería como insertarnos un nuevo cerebro,..., resetearnos totalmente. Por mucho que nos empeñemos en negarlo, en desacreditarlo, formamos parte de un todo...¿Has leido el "Mecanoscrit del Segon Origen"/ "Mecanoscrito del Segundo Origen")? Se trata de una obra literaria de ciencia-ficción, donde desaparece la humanidad y tan sólo quedan con vida los protagonistas, dos niños: una adolescente y un niño. El miedo con el que viven es atroz, todo es mucho más difícil...no han sido entrenados para vivir en un mundo sin más, sin relacionarse. Este libro, suele ser de lectura obligada en Bachiller, a mí, en mi generación, me sucedió, y lo mismo he observado con mis hijos. El releerlo, ha causado en mí diferente impacto en uno y otro momento, pero impacto!.
Si te fijas en lo que es para tí amar, te darás cuenta que, aunque se trate de un sentimiento con el que nacemos, va variando, va tomando diferentes tonalidades a medida que crecemos, que vivimos. No me resulta fácil definirlo, pero lo que sí tengo claro es que se trata de una vibración especial, de un reconocimiento del otro, de un respeto, de una tolerancia, de un ver más allá de lo tangible, de una chispa de emoción interna, de un agradecer conocer al otro, de un soltar, de no poseer ni manipular, de un confiar (a pesar de las situaciones y distancias), de un saber estar con quien estés, de una gran amistad. He aprendido que el amor, contra más lo ejerces, más se multiplica, no se divide, no se trata de algo que sea limitado (tengo 3 quilos de amor y lo he de porcionar entre los que quiero...es otro entrenamiento, contra más quieres, más te llenas,..., su capacidad es infinitamente elástica). El amor lo remueve todo en nuestro interior y cuando desconfías, te distancias en tu interior, te niegas, vas hacia el otro extremo: el miedo, la desconfianza, la traición, lo amargo...
Te dejo con una canción que me proporcionó su enlace una AMIGA, compañera y constante en nuestra relación y compromiso de crecimiento mútuo.
Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario