martes, 20 de octubre de 2009

Antiguos patrones


Muchas veces, cuando me doy cuenta de que alguna fruta del frutero comienza a mostrar partes que se están estropeando, tiendo a heredar patrones antiguos, por lo que he de hacer un esfuerzo cercano al sentido común: comer y disfrutar la pieza que todavía no se ha dañado y la ya dañada limpiar la zona y utilizarla como parte de cualquier receta creativa: macedonia, zumo, mousse,...
No le damos importancia a esta acción, pero tiene un mensaje, una "coletilla". Se trata de hacernos caso en la intención con la que compramos la fruta (o cualquier otro alimento): alimentarnos, disfrutarla, nutrirnos en esa medida...
Si nos hemos propuesto comer ese tamaño de pieza, al rebajar la parte estropeada, ya estaremos regateando una parte, por lo que, probablemente busquemos un sustituto (otra pieza, una pieza de chocolate, una galleta,...) o simplemente nos quedemos "a medias".
¿Sigues sin darle importancia?
  • Fíjate que, esa pieza que comienza a estropearse ya no es atractiva para los demás integrantes de tu hogar, incluso puede que se les quiten las ganas de coger otra en buen estado. Esto te hace llegar a la conclusión de que estarás cooperando en contra de la "lucha por la alimentación mediterránea", esa que tan admirada es por los americanos, por ejemplo.
  • El balance ganar/ganar, cae en picado. Has gastado un dinero para invertir en una alimentación sana y equilibrada y no lo has podido llevar a cabo. No es substituto el comprar fruta envasada o en forma de zumos, es otra "trampa" de la comodidad, que nos aleja de su propósito final, o bien nos presenta un pseudoobjetivo: comer fruta para nuestro equilibrio natural, contra un mero maquillaje que nos "exculpe" de nuestra responsabilidad ante un componente muy primario en nuestra salud.
  • Ecológicamente, también estamos "fallando" y alejándonos de lo natural.
  • Hemos creado un plan y "pasamos de él" a la primera de cambio: no le damos ninguna importancia; nos enfadamos y dejamos un tiempo de comprar fruta; creamos un discurso de compromiso en nuestro hogar hacia la obligación de comer fruta, en lugar de transmitir la oportunidad y ventajas de comerla...
 No se trata de la fruta, de la alimentación,...más bien se trata de trazar un plan y seguir con él, o bien cambiarlo a nuestra voluntad, no contra ella. Esto te garantiza un bienestar, un desbloqueo directo desde tu deseo hacia su realización: conseguir aquello por lo que has estado apostando!
Siempre puedes encontrar la esencia en lo sencillo! Lo sencillo invita a adornar, ampliar, mejorar,..., pero es la parte esencial, el resto es personalizar, recrear, darle otra forma. Elije la tuya!
Si practicamos el dar y darnos importancia, ocuparemos nuestro crecimiento en "crear". Cada pensamiento es creativo, tu opción es conducirlo hacia ser constructivo o destructivo. Crea tu fórmula mágica para improvisar tus propios patrones de conducta, puedes compartirlos, variarlos, cambiarlos, probar,... Y no olvides, de vez en cuando, parar, reflexionar y coger energía para continuar tus metas, para continuar con el guión que deseas para tu vida.
Hasta luego!

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