martes, 29 de diciembre de 2009

Noveno paso del Segundo acuerdo

Los 4 acuerdos de Miguel Ruiz.
NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE
No te juzgues a ti mismo.
La opinión que tienes acerca de ti mismo podría no ser necesariamente cierta; por eso no debes tomarte a pecho lo que te dice tu propia mente.
Cuando pasamos por la vida sin profundizar, cuando vamos con "las prisas", nos convertimos en una especie de autómatas, obviamos la belleza, pues muchas veces ni la vemos, estamos acostumbrados a que esté ahí, como si por disponer de ella no tuviera valor, como si las cosas que no nos han supuesto un gran sacrificio (como el respirar) no las observáramos. Pues lo mismo hacemos con nosotros, no nos miramos, no vemos quienes somos, no reflexionamos en quién somos, nos limitamos a recoger una serie de opiniones de otros, a unos comportamientos habituales, a unas acciones repetidas en situaciones semejantes y creemos que somos algo que ni siquiera hemos averiguado. Parece como si el tema pudiera esperar, no hay prisa, yo ya me espero, de ahí no me voy a mover, pero no es cierto, estamos en constante movimiento.  Ante situaciones adversas es cuando nos tenemos que poner ante la "prueba de fuego", no sabemos lo que vamos a soportar, o pensamos que no vamos a "beber de ese agua", pero nos llega el momento en que nos viene en cantidad y la hemos de beber y bailar. Cuántas veces, ante momentos drásticos hemos reflexionado de la importancia que no le damos a lo que tenemos a diario: salud, seres queridos, oportunidades, viajes...Lo bonito es saborearlo, no fijarnos en ello cuando ya no lo tenemos, porque entonces, ni disfrutamos en consecuencia cuando lo tenemos y, sin embargo, lo intentamos retener cuando ya no está. Nos hacemos promesas que luego nos cuestan de sostener, todo es por lo mismo, pasamos por la vida, no la vivimos. Hasta cuando nos estamos lamentando por lo vivido y no disfrutado, dejamos de edificar en nuestro pensamiento y planes en continuar con más aciertos, más situaciones que disfrutar CONSCIENTEMENTE. Cada día amanece, cada día somos dueños de elegir, de abrir los ojos, de estar abiertos a ver y sentir cuanto nos rodea de una u otra forma. Hablo del estado de ánimo (alma), lo puedes cambiar, puedes transformar el tolerar desde un respeto y autorespeto el aceptar lo que suceda como una experiencia llena de posibilidades. Si lo ejerces, puedes sentirte totalmente pleno/a, cooperativo/a, libre de recoger una sonrisa interior y exterior.
Contra más nos complicamos, menos disfrutamos. Estamos muy acostumbrados a creer en lo difícil, en enredar las cosas, a prejuzgar...Fíjate cuando tienes un buen día, en que todo ha parecido fluir, ser fácil, "be water my friend". Esto no quiere decir que tengamos que apostar por que todos los días sean monótonos, pues no habría referentes en los que basarnos para saborear lo más y lo menos, pero sí que te des cuenta de tu intervención en ellos, contra la postura de quejarte y "escaquearte" de que te vienen los temas sin tú llamarlos.
Un ejercicio sencillo, quizás no te des cuenta de tus cambios si no lo haces, mira 3 años atrás, a modo de retrovisor y fíjate en diferentes puntos para ver tus cambios. A partir de esa experiencia, podrás sacar el piloto automático y planear, sin rigideces (si algo va diferente a lo planeado, puede que sea en sí más acertado, para lo que tienes intención de conseguir, aunque no lo veas instantáneamente, aunque no estés en ese momento de acuerdo, ya lo verás). No hace falta poner fechas exactas, hazte planes a corto plazo, los de largo plazos ya se ponen ellos solos. De esa manera será más divertido el poder ver tu "mano" dirigiendo esas acciones. Unos buenos compañeros para tus planes: bondad, humildad, buenas intenciones,...el resto te lo dejo a tu elección. Bonito juego! Hasta pronto!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario