Cada vez se alza más el rumor de este término anglosajón, es como un sonido
que ya vamos aceptando dentro de nuestro vocabulario. Como todo lo que se
mueve, el coaching está presente en todos los medios de comunicación, sin
embargo, hay algunas noticias que pueden llevarnos a interpretaciones dispares,
lejos de su verdadera esencia.
Algunos artículos nos pueden conducir a la confusión con una terapia, como
es el caso del reciente artículo que se publicita en la web de un nuevo programa televisivo, donde llaman
coaching a la experta labor de unos especialistas en nutrición, psicología y
actividad física. Es importante saber discernir de qué trata realmente el coaching, pues podría desprestigiarse antes de darle una oportunidad. La receta del
coaching integra psicología humanista, filosofía socrática, inteligencia
emocional, conocimiento de nuestros valores, dosis de análisis transaccional,
de programación neurolingüística, empoderamiento y gestión de vida. Sin embargo
se centra en la pregunta inteligente.
Todo ello bajo la conciencia de facilitar al individuo su mejor manera de
aprendizaje, que se inicia con la claridad de lo que realmente le importa y
prosigue con su autoconocimiento, para culminar en un plan de acción que le
lleve a su meta deseada. Eso sí, siendo consciente a cada paso de su
flexibilidad en darse la oportunidad de ir reposicionando el GPS, esa ruta
adaptada a su momento actual.
Lo más relevante y exquisito del coaching es la forma en que consigue que
extraigas tu excelencia, esa provocación de cuestionarte tus propias creencias,
aquellas que ya no te sirven y te encorsetan, te atan y te convierten en
intolerante. Hablamos de un, en apariencia, sutil diálogo que te conduce a tu
propia generatividad, a no sólo aceptarte sino a ser dueño de tu propio
destino, de tus decisiones y actos. Se trata de una disciplina que te enseña a
pescar, no a colocarte los peces en el plato, de manera que recojas y entrenes
esas herramientas que te permitan desaprender y aprender nuevamente sin esos
condicionantes que ya no se dicen con nuestra realidad sistémica. Somos seres
interdependientes, no podemos detenernos ni esperar que nada ni nadie se
detenga, es ir contra natura. Lo natural es el cambio, lo podemos provocar o
adaptarnos con ciertas dosis de resiliencia.
Hay
quienes opinan que nace como sustituto de la falta de calidad en nuestras
relaciones, la figura de ese amigo, la desaparecida figura del
confesor, ese maestro con atributos de mentor… De lo que no hay duda es que el
coaching es una potente herramienta fruto de un acumulo de técnicas que surge
como solución a las necesidades que la sociedad actual requiere: entrenarnos
para el cambio. Ser responsables.
El
cambio es constante, el tratar de pararlo, muchas veces inconscientemente, mediante
bloqueos, postergaciones, mirar hacia otro lado…sólo lo dificulta y provoca más
estruendo, más trauma, crisis, dolor.
¿Qué
tal lo llevas con tu propio cambio?
Buen artículo Mari Carmen. Un saludo de la mamá del túnel del hada.
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvia.
EliminarTodo un placer tu reconocimiento!
Un fuerte abrazo :-)