domingo, 12 de agosto de 2012

El coaching como disciplina emergente



 Cada vez se alza más el rumor de este término anglosajón, es como un sonido que ya vamos aceptando dentro de nuestro vocabulario. Como todo lo que se mueve, el coaching está presente en todos los medios de comunicación, sin embargo, hay algunas noticias que pueden llevarnos a interpretaciones dispares, lejos de su verdadera esencia.
Algunos artículos nos pueden conducir a la confusión con una terapia, como es el caso del reciente artículo que se publicita en la web de un nuevo programa televisivo, donde llaman coaching a la experta labor de unos especialistas en nutrición, psicología y actividad física. Es importante saber discernir de qué trata realmente el coaching, pues podría desprestigiarse antes de darle una oportunidad. La receta del coaching integra psicología humanista, filosofía socrática, inteligencia emocional, conocimiento de nuestros valores, dosis de análisis transaccional, de programación neurolingüística, empoderamiento y gestión de vida. Sin embargo se centra en la pregunta inteligente. Todo ello bajo la conciencia de facilitar al individuo su mejor manera de aprendizaje, que se inicia con la claridad de lo que realmente le importa y prosigue con su autoconocimiento, para culminar en un plan de acción que le lleve a su meta deseada. Eso sí, siendo consciente a cada paso de su flexibilidad en darse la oportunidad de ir reposicionando el GPS, esa ruta adaptada a su momento actual.
Lo más relevante y exquisito del coaching es la forma en que consigue que extraigas tu excelencia, esa provocación de cuestionarte tus propias creencias, aquellas que ya no te sirven y te encorsetan, te atan y te convierten en intolerante. Hablamos de un, en apariencia, sutil diálogo que te conduce a tu propia generatividad, a no sólo aceptarte sino a ser dueño de tu propio destino, de tus decisiones y actos. Se trata de una disciplina que te enseña a pescar, no a colocarte los peces en el plato, de manera que recojas y entrenes esas herramientas que te permitan desaprender y aprender nuevamente sin esos condicionantes que ya no se dicen con nuestra realidad sistémica. Somos seres interdependientes, no podemos detenernos ni esperar que nada ni nadie se detenga, es ir contra natura. Lo natural es el cambio, lo podemos provocar o adaptarnos con ciertas dosis de resiliencia.
Hay quienes opinan que nace como sustituto de la falta de calidad en nuestras relaciones, la figura de ese amigo, la desaparecida figura del confesor, ese maestro con atributos de mentor… De lo que no hay duda es que el coaching es una potente herramienta fruto de un acumulo de técnicas que surge como solución a las necesidades que la sociedad actual requiere: entrenarnos para el cambio. Ser responsables.
El cambio es constante, el tratar de pararlo, muchas veces inconscientemente, mediante bloqueos, postergaciones, mirar hacia otro lado…sólo lo dificulta y provoca más estruendo, más trauma, crisis, dolor.
¿Qué tal lo llevas con tu propio cambio?

2 comentarios:

  1. Buen artículo Mari Carmen. Un saludo de la mamá del túnel del hada.

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    1. Muchas gracias, Silvia.
      Todo un placer tu reconocimiento!
      Un fuerte abrazo :-)

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