miércoles, 10 de julio de 2013

La semilla del crecimiento

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Como habréis leído, en más de una ocasión, la metodología del coaching se aplica mediante procesos, es decir, varias sesiones en las que tú actúas como protagonista y el entrenador (coach) te acompaña, poniendo luz en aquellas zonas que no podemos ver de nosotros mismos, al tiempo que realizando esas preguntas que impactan para una mayor fluidez y reflexión fuera de la zona de confort.
Cada proceso es único. La vida es un proceso de crecimiento. Sólo dejamos de crecer cuando nuestras células se rinden y acaba nuestro formato físico. Aun cuando client@s, al cabo de un tiempo, vuelven a contratar un nuevo proceso de coaching, aunque sólo sea a modo de ITV (lo hacemos con objetos materiales, cómo no con nosotros!), aceptando que somos seres en construcción, hay momentos en los que notamos, nos notamos en cambios. Puede parecerse a un vértigo, a estar en una plataforma móvil,… esa inseguridad es tan sólo que estamos moviéndonos, conociéndonos, transformándonos en nuestra mejor versión.
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Muchas veces comento, a modo de metáfora, que ya no nos caben aquellos atuendos (vestidos, pantalones, faldas,…) que llevábamos de peques, ni llevamos el chupete, ni vamos con pañales. Ahora “tocan” otras cosas, que vemos muy naturales y normales. ¿Te has preguntado el por qué las vemos naturales? ¿Son cambios, no? Te invito a que plantees la posibilidad de que fueron cambios aceptados, acompañados, fluidos y con una sonrisa hacia el crecimiento. “Voy creciendo” J
Resguardando la identidad de un cliente de coaching personal, os comparto, en esencia, la ternura del crecimiento, desde un e-mail intercambiado entre sesiones.
Imagen: www.JamesBrowne.net
Buenos días preciosa,
Quisiera compartir contigo una duda que me asalta con mucha fuerza durante estos últimos días. Creo que algo está fallando en mi proceso de aprendizaje, te explico...Si bien es cierto que internamente estoy viviendo la época más tranquila de mi vida, en cuanto a mis relaciones externas, no puedo decir lo mismo.
Me siento fuera de lugar, parece que no sepa cómo relacionarme, cuando antes era mi especialidad, jaja...Estoy extraña!!! y esa extrañeza me hace sentir mal y hace que mi inseguridad aumente.
Es verdad que, como tú dices, tengo las herramientas pero no sé cuál tengo que utilizar. Gracias por tu ayuda”

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Hola Xxxxx, todo es muy sencillo.
Estás en un proceso auténtico de cambio, no estás fingiendo. Ya no se trata de coger aquél patrón de comportamiento para según qué grupos, para gustarles. Ahora se trata de ser tú. Muchas veces te verás fuera de lugar, extraña, como poco espontánea. Incluso que parece que te sientas, exteriormente aburrida. Jajaja, porfa, no te fijes en esas externalidades, te aseguro que dejarán de irrumpir en tu sentir diario. Sigue adelante con todo, pues ya lo llevas dentro. Disfruta de la experimentación y aprendizaje de ti misma, te estás conociendo. Es como, si de repente, no supieras con quién estás. Eso es porque ya te observas, ya eres parte de ti. Siéntelo, reléelo. Es maravilloso, no te asustes. Tu falta de seguridad es la reacción de no continuar con el piloto automático, ahora ya eres responsable de tus actos. No requieras que todo sea tangible, recuerda que las emociones son indicadores. No te has de pelear con ellas. Ya sabes lo que cada una indica y que el mejor estado es la alegría, y que ésta se cuece con amor y humor.
Cada vez más vives coherentemente con tus valores, eso te lleva a la realización, pues nada está por encima, según tus modelos mentales (valores y creencias). Ya sabes detectar cuando algo te hace daño, te molesta o no te agrada, con lo que te pones tu bata de laboratorio (o uniforme, si prefieres) lo escuchas, lo anotas y lo llevas al consciente. Entonces eres tu propia maestra, pues lo puedes resolver, lo has llevado a tu modus operandi, y creces, sonríes y te sientes libre de ser como tú deseas ser y sentirte.
Continuamos cada instante de nuestras vidas lo más conscientes que somos capaces, a veces aún nos dejamos llevar. Piensa que es una amalgama de relaciones, situaciones, estados. No siempre es todo como lo habíamos previsto! Sin embargo, el verte a ti misma innovando y siento resiliente (crecer de las situaciones difíciles, es como un máster de vida!) hace que palpite el corazón lleno de bondad (sin la corona de madre Teresa!), si no de esas acciones que te llevan a una tremenda felicidad y bienestar. Ya recordarás que todo cuanto haces te regresa, lo habrás comprobado, y el hacer bien y hacerte bien no pasa desapercibido: bon-dad.
Cada sesión que compartimos, llevas más las riendas de aquello que vas aflorando de lo aprendido. Ante momentos desesperados, acude a esa realidad. En cuanto te serenas y coges aliento, surge esa sonrisa de que todo está bien, tan sólo aún no te los has explicado suficientemente a tu gusto. Giramos la cabeza, si es necesario 360º, hasta que sea ideal para nuestro momento.
En cuanto a que no sabes cuál herramienta tienes que utilizar, siéntate contigo misma y ponte en marcha. Eres creativa y muchas las has transformado a tu medida. Hazte un favor: redacta lo que sientes, lo relees y cuéntame cómo lo resuelves. Tan sólo has de observar cómo te sientes y qué palabras son menores que maravillosas. “
 
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He aquí la semilla que se inserta desde el coaching, llegando a un mayor autoconocimiento; minorizando las dudas y desencajes habituales, al vivir en un mismo entorno, y aceptando ese aliento fresco del crecimiento, dándote permiso y disfrutándolo. ¿Te atreves a continuar creciendo sin interrumpirte? 
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Tal vez sea momento de liberar peso y avanzar consciente con alegría y saboreando los pasos. Aprovecha las oportunidades que te vengan, ahora es tu momento, siempre!

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en la importancia de crecer sin interrupciones, simplemente a veces creemos que estamos parados y ocurre como las hormigas que cuando encuentran un obstáculo cambian la dirección y continuan.
    Tanto si caminamos en linea recta como si hemos de hacer cruces de caminos siempre estamos creciendo, incluso el parar para tomar aire ya es una decisión de nuestro propio poder. Caminar, parar, respirar y volver a caminar...... y si llevamos la semilla del autoconocimiento en el momento adecuado germinará. Gracias por tus aportaciones.
    Con cariño Angela

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    1. Gracias, Ángela. Tus comentarios dan vida y valor a aquello que de mí fluye.
      Un enorme abrazo lleno de cariño.

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