domingo, 29 de abril de 2012

La autenticidad de la inocencia

Os he recreado una presentación que me llegó hace tiempo, ensalzando el poder de la inocencia, de aquella autenticidad que todos llevamos dentro, pero que vamos perdiendo de vista, de la conciencia. Es un privilegio el sostener su presencia y ser conscientes en todo momento de todo cuanto podemos experimentar con nuestros sentidos. El principal, escucharnos, y hacer caso a aquellas sensaciones no tangibles, que nos llevan a bienestar, a un estado de plenitud, de "savoir faire", de vivir cada momento y saborearlo,... de llenarnos. ¿Eres consciente de cuánto tienes a tu alcance? ¿Qué crees que te frena a realizarte, a tu auténtica felicidad???

sábado, 28 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

¿Escuchamos o nos repetimos como loros?



Os traslado una anécdota que me ha contado uno de los alumnos del curso de comunicación, en este caso una chica, la llamaré Lucía. Es de agradecer, pues la semilla está actuando…
Yendo a la compra, con prisas por salir en breve de viaje de Semana Santa, ha sido casi asaltada por un joven que intentaba, a toda costa, que le diera sus datos para enviarle por correo una VISA ORO de la empresa financiera a la que representaba.
Lucía le ha comentado que ya se la habían ofrecido telefónicamente, que no era de su interés ni utilidad, que le estaba muy agradecida pero que el fin de la tarjeta distaba mucho de su posición económica. La respuesta del joven era de insistir en que le diera los datos y que ya la dejaba continuar con sus tareas. Lucía, en un acto de ser coherente con su tiempo, no sólo del momento, sino del diario y de  la empresa que representa el joven, le ha pronunciado “flaco favor me haces”, voy muy justa de tiempo en mis quehaceres diarios y sólo me falta incrementar y dispersar. El joven no ha reaccionado con empatía, sino que ha dado muestras, no sólo de no haber escuchado para nada lo que Lucía le estaba diciendo, desde su propia honestidad, sino que le ha propinado un gesto despectivo, como de no colaboración por lo que él quería y no recibía.
Verdaderamente, yo me pregunto si a estos jóvenes que les dan unas charlas (suelen pronunciar lo mismo al inicio de su discurso), incluso cursos de ventas, si realmente les introducen en el mundo de la comunicación.
Si entendemos que una venta surge de una propuesta que una empresa ofrece para cubrir una necesidad, siendo de la índole que sea (emocional o pragmática), y que el posible cliente no está recibiendo esa información como una oportunidad, sino como una amenaza (a su tiempo, dinero, coherencia, prioridades, etc.) ¿creéis que la venta sucederá?


Entiendo que la comunicación es un diálogo que va de un emisor a un receptor, en el que intervienen la escucha y el feedback. Si ya nos saltamos los principios básicos, en la intentona de vender como sea, ¿a qué jugamos? Por supuesto que, en el caso de ventas, debe haber más ingredientes, como el atractivo del producto para el supuesto cliente y el facilitar o trasladar una mejora en su acto.
Si esto lo trasladamos al cómo nos comunicamos con nosotros mismo, surge la pregunta ¿te escuchas? ¿escuchas a los otros? O tal vez creas supuestos y te imaginas lo que la otra persona te pueda decir!
A veces, corremos tanto, que nos olvidamos de lo más sencillo y amable del ser humano y las relaciones: el crear placer y arte en una comunicación. Esa forma de reconocimiento nuestro y del otro.