sábado, 14 de mayo de 2011

¿Merecimientos? Alarma para reactivarnos

Cuando se mezcla el “no me merezco” con el “aún no” incluso parece que traduzcamos nuestro pensamiento en “no será que no quiero tal…”: trabajar, amistad, relación, ser madre, etc. Incluso empezamos a dudar de nuestra existencia, vale la pena hacer un parón para reflexionar y revisar qué es lo que realmente deseamos, para recibir esa energía que se nos está escapando.
Hay momentos en nuestros ciclos de vida en los que puede surgir la frase “no tengo ganas de nada”. El momento que pasamos, que bien pueden ser días, meses, años, no es satisfactorio para nuestro bienestar, e incluso podemos entrar en círculo vicioso. Más de lo mismo! Ahora podemos añadir la “astenia primaveral”, que también nos absorbe energía.
El aspecto es como de un caminar sin rumbo, es decir, continuar sin ilusión. La sensación es de que haces, haces, haces...y, ¿para qué? Tal vez te planteas que estás huyendo de algo, como por ejemplo de lo que estás viviendo, por lo que no dejas de moverte de un lado a otro, sin un plan específico. O quizás no haces, sólo esperas y te vas arrastrando para cubrir los mínimos. Se parece al actuar de un zombi, de un autómata, a lo sumo de dejarte llevar por lo que otros te dicen, te aconsejan, te dirigen. Llega el punto que hasta te haces dependiente de que te indiquen constantemente qué hacer, cómo y cuándo!!! Quizás parezca cómodo, y en cierto aspecto lo sea, total si luego lo que sucede no te gusta, te encierras en 2 posibles conclusiones: “todo me sale mal” (victimismo) o ya sabía yo que no tengo que hacer caso (mártir, quejas, pelotas fuera…).
Quizás sobre estas líneas vayas intuyendo qué hacer, pues el cómo y el cuándo, una vez te enfocas en lo que realmente deseas, se va aclarando. Tienes la capacidad de verlo, porque, principalmente has salido de los nubarrones del miedo y la rabia, has dejado de prestar atención a lo que no te gusta o te disgusta. En ese estado todo se complica mucho, tu ánimo está por los suelos y, por lo tanto, tus situaciones se espesan de tal manera que cualquier contrariedad supone un problema, en alta tensión. ¿No te parece complicado ver con unos cristales empañados e inapropiados en los ojos??? Sí, es como cuando pretendemos escuchar, o lo simulamos, con tapones en las orejas.
¿Te apetece que saltemos de aquí? Es sencillo, aunque ahora mismo estés abriendo los ojos en plan “búho”. ¿Recuerdas que somos humanos, que disponemos de sentidos? ¿Qué tal si te dedicas a ellos? Vamos a probar:
• Tacto, ahora mismo estoy tocando el pétalo de una rosa. También llevo una camiseta muy suave, como es de manga corta, noto la suavidad de mi piel tras el acabado de mi ducha con un producto hidratante. Traslada lo que yo te comparto a lo que tengas ahora mismo a tu alcance, no hace falta que te compliques, tienes tanto a tu alcance…
• Vista, mientras te estoy escribiendo, alucino de la vida y prisa que tiene la rosa que tengo delante de mí en abrirse, su belleza, sus ganas de mostrar su máximo esplendor. Cuando la he cogido del rosal era un atractivo capullo, ahora es toda una rosa pomposa. Más allá puedo ver la luz que entra por la ventana, los objetos que me rodean y agradan, cada uno por el mensaje que me da y satisface por sí mismo, sin más. Sólo tienes que levantar la vista y hallar la belleza que cada una de las cosas te mueven en tu interior.
• Oído, desde donde estoy, los sonidos externos que me llegan son los de pájaros que juguetean, pues llegan desde diferentes lugares y con sonidos más o menos agudos, se llaman, se comunican. Cerca de mí la música que he elegido escuchar, estilo pop, con Leona Lewis, Madonna, Toploader, Queen… Mecerse en el sonido siempre te aporta una opción de cambio de ánimo. Cuando estés melancólica y desees salir de ese estado, evita las románticas! De la misma manera, cuando estés muy lanzada y desees bajar el ritmo y replantearte tus proyectos desde otra perspectiva, puedes optar por música y sonidos más relajantes. De esta forma, consideras más ampliamente lo que realmente quieres, desde distintos estados.
• Olfato, aún no te he contado que el aroma de la rosa que me acompaña es de pura esencia, dulce y fuerte. Normalmente, me rodeo de aromas de incienso, de quemadores de esencias y de velas perfumadas. Sin embargo, el preferido es el frescor aromático tan intenso de las rosas recién cogidas, y en esta época es un lujo diario. Habrás notado también, por las mañanas, o a la hora del día que te apetezca, cuando coges una prenda del armario con ese aroma fresco, las sábanas recién lavadas, tu colonia…todo ello contribuye a esas sutilezas que te hacen sentir mejor.
• Gusto, mmmmmmmm, otro placer! Me encantan mis desayunos: naranjada recién exprimida o naranja china cuando mi arbolito me ofrece sus frutos, bollito relleno de mermelada y mantequilla (todo en su justa medida, para saborear el tríptico) y el café con leche espumada. Durante el día bebo mucha agua, está exquisita! Sin embargo, uno de mis compañeros habituales es el té. Ya habrás visto algún artículo mío en el que confieso y comparto mi pasión por este paladar tan delicioso. Los aromas que más me placen son aquellos con la base de te rojo, verde o blanco con flores y frutas, sin embargo, con la base de té negro (más torrefacto) supone un momento especial en el dejo volar mi mente.
Si te has tomado el tiempo de acompañarme con tu lectura, quizás hayas podido salir con más alternativas, con otros aspectos en los que acomodar tu pensamiento ahora hacia ti mism@ y darte ese tiempo de proyectar ese estado que permuta la preocupación por la predisposición a un pensamiento constructivo y creativo.
Gracias por tu tiempo. Un abrazo!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Ser auténtico

Los valores...
Ser fiel a quien tú eres. Ser coherente con quien sabes que eres. No temer mostrarte como eres. Aceptar como eres. Saborear que eres...

Os comparto este vídeo-presentación, que he recibido de la gratitud de una gran amiga.
Gracias, Isabel, querida amiga. Eres ejemplo de autenticidad!
Un abrazo!