Parece que estamos en el último día de "algo" que, en
realidad, es un ciclo que continúa.
Muchas personas hacen el balance de final de año, repasando
sus momentos felices, sus momentos productivos, sus avances, sus cambios y sus
rutinas. Otras personas lo hacen después de otro momento reconstructivo:
después del verano.
El sentarnos y dedicarnos un tiempo a proyectar qué queremos
hacer en un periodo de tiempo, como podría ser a corto (3-6 meses), medio (6-9
meses) o largo plazo (1 año o más), nos facilitará el hacer conciencia de que
aquello en lo que invertimos con nuestra intención y lo seguimos, sucede!!!
Para que nuestros deseos y proyectos se materialicen, una
manera muy efectiva es, sabiendo nuestras cualidades y momento actual, así como
nuestro entorno potenciador (equipo a favor), visionar qué queremos, tanto en el terreno
profesional como en el personal. Nos hemos de acordar que un equilibrio genera
bienestar y satisfacción, de otra manera andaremos contra nuestra propia
corriente.
Iniciar por conocer nuestros propios valores: aquellos que
nos hacen bien, que nos permiten sentirnos y realizarnos, es un trabajo de nos
da muy buenos resultados, nos resuelven las dudas diarias en nuestras
elecciones. Si elegimos hacia nuestros valores nos sentiremos productivos y
generaremos una energía de acción constructiva. Si vamos en contra de nuestros
propios valores, con la falsa idea de beneficiar a otros, estaremos
boicoteándonos, es un corto plazo hacia nuestra propia insatisfacción. Ahí
nuestra ansiedad y el no entender qué está pasando, pues nos contamos que
estamos haciendo y haciendo por los demás y no nos sentimos apreciados en la
medida que entendemos justa hacia lo aportado.
Hagamos lo que hagamos nos sentiremos ofendidos y
menospreciados: hemos comenzado “ninguneándonos” o “posponiéndonos”…ya sabemos
que eso no resulta! Entonces, una vez más, intentar ese cambio de “chip” creando
nuestra situación organizada de confort, nos lo facilitará el ir en pro de
nuestros valores.
Ya tenemos un comienzo sensato y exitoso. Ahora a diseñar,
desde nuestro propio respeto, aquellos sueños, deseos y proyectos pensados con
las mínimas limitaciones.
¿Cómo?
- ¿Dónde quiero ir, qué quiero conseguir, qué me motiva a dar un cambio positivo….? Unas veces resulta de un “basta ya”, un golpe en la mesa, un enfado sostenido que no queremos que se repita o sencillamente una ilusión que tenemos!
- ¿Dónde estoy ahora mismo? Mi realidad, mis aptitudes y actitudes, mis fortalezas, mis permisos para mejorar…mi ilusión!
- Ya hemos creado una ruta, el primer paso nos sitúa en el punto B y el segundo paso en el punto A. Ahora tan sólo hemos de crear un “Plan de acción” para llegar de A a B, una especie de ruta con los pasos y la temporalidad creíble por nosotros para no agobiarnos y, en cambio, ver realizados todos los pasos!!!
No olvides ir revisando, paso a paso, cada una de tus
acciones descritas en tu Plan de acción (esto te alentará a continuar) y, si fuera necesario, realiza los
cambios precisos para que sea una realidad en la medida de tus avances y
circunstancias. Sé flexible y bondados@ contigo mism@.
Si tienes dudas, o te gustaría una ampliación a este post,
sólo tienes que solicitármelo y continuamos!
Para personalizar tu propia ruta, podemos realizar un exquisito
proceso de coaching, tú eliges. Tal vez sea un bonito regalo para tu
realización vital: personal + profesional. Estaré encantada de guiarte, si así lo quieres.
Aquí me tienes!!!!